Italia-Francia 2013 93 min.
Dirección y fotografía Gianfranco Rosi Guión Gianfranco Rosi y Niccolò Bassetti Documental
Controvertida y hasta polémica ganadora del León de Oro en el pasado Festival de Venecia, no sólo por tratarse del primer documental que lo hace sino también por sus discutibles valores cinematográficos, la visión en este Festival de Sevilla de la película de Gianfranco Rosi no hace sino confirmar precisamente ese temor, que no es ni de lejos la genialidad ni la gran revelación que promete. Con la autopista de circunvalación de Roma como excusa – la GRA (Grande Raccordo Anulare) del título -, Rosi teje un mosaico de personajes y experiencias alrededor de la misma con el supuesto fin de erigirse en testimonio de nuestra época, si bien no acierta más que a acumular situaciones con momentos aislados de cierto interés. Así el jubilado que investiga el efecto de las plagas de insectos en las palmeras, el aristócrata lituano que alquila su lujosa y hortera mansión para rodajes y fotonovelas, el enfermero de ambulancia que mima a su madre anciana, o el sabio popular que reflexiona incansablemente ante la paciencia abrumadora de su hija, son los episodios más logrados y eficaces de un ejercicio en el que no pueden faltar prostitutas de carretera. En última instancia se pretende aglutinar especímenes extraídos de una Italia que ya no es la de la Via Veneto de La Dolce Vita, sino que está globalizada como el resto de nuestra civilización, sin apenas entidad propia, marcada por una alarmante falta de elegancia aunque entre sus habitantes se mantengan sombras de un pasado surrealista entre las que destacan esas mujeres concentradas para rezar y ser testigos de supuestos milagros, algo que no tiene remedio en la ciudad que alberga la morada del Sumo Pontífice.
STRAY DOGS
Título original: Jiao you
Francia-Taiwán 2013 138 min.
Dirección Tsai Ming-liang Guión Song Peng Fei, Tsai Ming-liang y Tung Chen Yu Fotografía Liao Peng-jung y Sung Wen Zhong Intérpretes Chen Shiang-chyi, Lee Kang-sheng, Lee Yi Cheng, Lee Yi Chieh, Lu Yi Ching
El cine, como cualquier otra manifestación artística, necesita progresar, explorar nuevos caminos de expresión narrativa y formal, desarrollarse para no anquilosarse y apostar por nuevos cauces para alcanzar sus objetivos. Como en cualquier otra disciplina los cambios cuestan digerirlos, por lo que las experiencias radicales sirven, a la larga, para ir modificando cánones sin que el destinatario final llegue a percibir de manera brusca esos cambios que el tiempo va paulatinamente aplicando a la obra de arte. Tsai Ming-liang ya hizo gala de un lenguaje distinto y radical en El sabor de la sandía, que le valió ser premiada en Berlín y Sitges en 2005. Pero ahora va mucho más allá para hablarnos de emociones humanas al límite, abandono familiar, crisis económica y de pareja y responsabilidades paternofiliales. Ming-liang estructura su larga película en unas relativamente pocas secuencias, algunas de las cuales dilata más allá de lo que la paciencia permite, creando una serie de cuadros mayormente estáticos y que sin embargo acumulan una fuerza inusitada gracias al encuadre, la mirada intensa de sus personajes y un elocuente uso del color. El resultado por supuesto no está al alcance de casi nadie, pero servirá para, junto a otras cintas tan atrevidas o más que ésta, educar nuestra manera de ver cine y abrirnos a las miles de posibilidades que aún nos quedan por descubrir para que el arte cinematográfico no se anquilose, progrese y evolucione convenientemente.
JIMMY P.
Título original: Jimmy P. (Psychotherapy of a Plains Indian)
Francia-USA 2013 117 min.
Dirección Arnaud Desplechin Guión Arnaud Desplechin, Kent Jones y Julie Peyr Fotografía Stéphane Fontaine Música Howard Shore Intérpretes Benicio del Toro, Mathieu Amalric, Gina McKee, Larry Pine, Joseph Cross, Gary Farmer, Michelle Thrush, Misty Upham
Aunque se trata de una coproducción entre Francia y Estados Unidos, parece más el debut en Hollywood del típico realizador europeo que se ha labrado un prestigio especialmente con un título, en el caso de Desplechin Un cuento de Navidad, protagonizada en 2008 por Catherine Deneuve y, como ésta, Mathieu Amalric. Y para tal acontecimiento adapta la historia verdadera de Jimmy Picard, un indio americano veterano de la Segunda Guerra Mundial que es tratado por un antropólogo francés para liberarle de unos fuertes dolores de cabeza que no parecen estar relacionados con las lesiones sufridas en combate. El film sirve para poner en escena, con una ambientación exquisita y un ritmo elegante, un excelente duelo interpretativo entre Benicio del Toro y Mathieu Amalric, actor fetiche del director y en esta ocasión con un sorprendente aire a lo Roman Polanski. Lo de menos es lo que ocurre, más bien lo interesante es cómo se dicen las palabras y cómo se trata un tema tan poco divulgado en el cine como el relacionado con el reducido colectivo indígena que queda en territorio americano. Llama la atención en este esmerado espectáculo, estética e intelectualmente, el papel que juega la cultura de las distintas tribus indias, y cómo éstas han ido desapareciendo conforme sus integrantes se han ido plegando y adaptando a la cultura occidental dominante. Los trastornos emocionales y tratamientos freudianos que propone pasan así a un segundo plano en un conjunto clásico y académico, que si no se revela espléndido al menos resulta evocador y estimulante. A destacar también la muy
atmosférica e intrigante música de Howard Shore. Por cierto, ¿será premeditado que el cartel se parezca tanto al de Rain Man?
GRAND CENTRAL
Francia-Austria 2013 94 min.
Dirección Rebecca Zlotowski Guión Rebecca Zlotowski y Gäelle Macé Fotografía Georges Lechaptois Música ROB Intérpretes Tahar Rahim, Léa Seydoux, Olivier Gourmet, Denis Ménochet, Johan Libéreau, Nozha Khouadra
Hace treinta años Mike Nichols nos hablaba en Silkwood de los peligros que entrañan las centrales nucleares para quienes trabajan en ellas. Lo hacía espléndidamente con la inestimable ayuda de Meryl Streep, Kurt Russell y Cher. La realizadora francesa Rebecca Zlotowski insiste ahora en el tema, y repite triángulo amoroso para ello, sin aportar nada ni ampliar horizonte alguno al respecto. La estructura desequilibrada del film y la falta de emoción que subyace en el conjunto no ayudan para atisbar algún tipo de interés en una cinta que se antoja caduca casi desde su inicio, sin que las atractivas presencias de Tahar Rahim (Un profeta) y Léa Seydoux (La vida de Adéle) puedan hacer nada por remediar el hastío y desinterés con el que acaba digiriéndose. No funciona ni como denuncia ni como romance.
Críticas publicadas en El Correo de Andalucía
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