Austria 2013 80 min.
Guión y dirección Daniel Hoesl Fotografía Gerald Kerkletz Música Bettina Köster Intérpretes Johanna Orsini-Rosenberg, Christina Reichsthaler, Josef Kleindienst, Aurelia Burckhardt, Julia Schranz, Ines Rössi
El joven cineasta austriaco Daniel Hoesl se confiesa privilegiado por vivir en un mundo rico y no necesitar dinero para hacer lo que le gusta. De hecho con esta película inaugura su productora European Film Conspiracy, una cooperativa que aglutina supuestos creativos con talento motivados sólo por el concepto del arte sin ataduras económicas; toda una utopía. Y de eso va también su película, presentada en Sundance y ganadora del premio Tiger en Rotterdam, en la que una mujer vive con toda clase de lujos pero ajena y despreocupada por el dinero. Se diría que una víctima de la crisis económica en la alta burguesía. De hecho todas sus amistades y una extraña Juana de Arco que emite juicios de valor y consejos cuando asiste a clases de defensa personal, restaurantes caros o al spa, insisten en el carácter capitalista de la sociedad en la que se desenvuelven. Sin cambios notables de expresión y con una predisposición envidiable a la felicidad, nuestra heroína tendrá que cambiar radicalmente de vida sin que ello le suponga el mayor esfuerzo ni sacrificio. En este punto surge el encuentro con otra mujer, más joven, en la que se generará una metamorfosis proporcionalmente opuesta. Se nota la influencia decisiva del cine de Ulrich Seidl, para quien Hoesl trabajó como asistente de dirección en la trilogía Paraíso, en una película más deudora del diálogo pero tan evocadora, crítica y bizarra aún en su cuidada estética como el cine de su mentor, si bien menos incisiva y mal intencionada.
Reino Unido 2013 91 min.
Guión y dirección Clio Barnard Fotografía Mike Eley Música Harry Escott Intérpretes Conner Chapman, Shaun Thomas, Sean Gilder, Lorraine Ashbourne, Ian Burfield, Steve Evets, Siobhan Finnerman
El gigante egoísta es un cuento de Oscar Wilde de un marcado carácter religioso, por cuanto está protagonizado por un Jesucristo niño. Cuesta trabajo entender qué fue lo que inspiró de este cuento a la cineasta británica Clio Barnard a la hora de trazar el argumento de esta película, rara incursión de la documentalista en la ficción dramática. No obstante sí es fácil distinguir lo mucho que de religiosidad hay en esta cinta que analiza conceptos como responsabilidad (el fracaso escolar en un sistema educativo endeble y complaciente) y culpa, la que siente su protagonista, llamado Arbor en honor al documental que Barnard dirigió en 2010 y que le valió una nominación al Bafta en la categoría de mejor debutante, tras los dramáticos acontecimientos que narra la cinta. No se trata de The Mighty ni de Simon Birch ni guarda moralejas disneynianas, pero como en aquéllas hay una relación entre dos niños que se complementan y en la que uno es claramente dominante, envidioso y manipulador. Con notable sutileza, Barnard, en un estilo estético y narrativo muy similar al de Ken Loach, marca las emociones y sentimientos de un niño irresponsable y canalla en claro contraste con el otro, alter ego amable y generoso. La previsibilidad de una tragedia anunciada y el desequilibrio imperante en el conjunto hace que la culpa, y por extensión la redención, gane la batalla al más interesante y útil concepto de la responsabilidad, con el que la cinta hubiera tenido un mayor valor educativo y esperanzador.
THE IMMIGRANT
USA-Francia 2013 120 min.
Dirección James Gray Guión James Gray y Ric Menello Fotografía Darius Khondji Música Christopher Spelman Intérpretes Joaquin Phoenix, Jeremy Renner, Marion Cotillard, Dagmara Dominczyk, Angela Sarafyan, DeeDee Luxe, Antoni Corone, Gabriel Rush
El director norteamericano James Gray, que habitualmente trabaja al margen de la industria de Hollywood, es muy apreciado en Francia. Su primera película, Little Odessa, ganó el premio de la crítica en Deauville, mientras todas las demás han estado en la sección oficial de Cannes, y La noche es nuestra y Two Lovers estuvieron nominadas en los César. Por eso no extraña que su último trabajo haya sido coproducido por el país vecino y no haya faltado a su cita en la Costa Azul. La inmigrante es su primera película de eso que antes llamábamos de época; Nino Rota llamó al tema musical que presentaba a Vito Corleone (De Niro) en El padrino 2ª parte con este mismo título, y por su parte Gray se revela anclado en los parámetros estéticos que inauguraba aquella obra maestra de Coppola y que a partir de entonces se convirtieron en imprescindibles para retratar ese Nueva York de principios del siglo XX poblado de inmigrantes y desplazados europeos que superaban el terrible filtro de la Isla de Ellis. Esa puerta al Nuevo Mundo igual podía convertirlos en gánsters, prostitutas o ciudadanos respetables. Al personaje de Marion Cotillard le ocurre lo segundo, como aún hoy les sucede a muchas mujeres que llegan a la Unión Europea en busca de oportunidades para ser felices. Gray tizna esta tragedia americana de una melancolía y un pesimismo exacerbantes, mientras define al personaje principal como una mujer por un lado decidida y fuerte y por otro pusilánime y víctimista. Los policías corruptos de La noche es nuestra, los gánsters de La otra cara del crimen y los indecisos amantes de Two Lovers, su anterior y muy celebrada película, se dan cita y se mezclan en esta crónica triste y desesperada de una época que encuentra su reflejo en la realidad contemporánea más inmediata. Con ésta son cuatro las películas de Gray protagonizadas por Joaquin Phoenix, que en esta ocasión borda su papel de proxeneta enamorado en un conjunto tan desconcertante y hermoso como desolador. El veterano Darius Khondji (Seven, Midnight in Paris) firma una oscura y tenebrista fotografía, mientras Chris Spelman debuta en la composición musical tras haber sido consultor en las bandas sonoras de las tres anteriores películas de Gray, con un trabajo exquisito y sensible deudor del estilo de Wojciech Kilar, con quien trabajó en La noche es nuestra.
LA BATAILLE DE SOLFERINO
Francia 2013 94 min.
Guión y dirección Justine Triet Fotografía Tom Harari Intérpretes Laetitia Dosch, Vincent Macaigne, Arthur Harari, Virgil Vernier, Marc-Antoine Vaugeois
La batalla de Solferino tuvo lugar en 1859 en el seno de la guerra entre el Imperio Austro-Húngaro y la coalición franco-sarda; Solferino da nombre además a la calle de París en la que se encuentra la sede del partido socialista, y ahí en la fecha del 6 de mayo de 2012 en la que Hollande ganó las últimas elecciones generales francesas, se ambienta gran parte de esta ácida y violenta comedia. Hoy con las cámaras digitales los rodajes se simplifican y abaratan, permitiendo que se pueda grabar en tiempo real aprovechando un acontecimiento histórico como éste, y de paso que salgan como figurantes Segolene Royal y Jack Lang. La euforia y posterior batalla campal que se desató tras conocerse los resultados electorales sirven a la realizadora Justine Triet, que con este trabajo debuta en el largo de ficción, para ubicar otra guerra, la que entablan una pareja de separados por la custodia y derecho de visitas de las hijas. Escenas incómodas de una violencia inusitada se mezclan con personajes y situaciones cómicas, generando una sensación desconcertante y agotadora.
Críticas publicadas en El Correo de Andalucía
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