Dirección Javier Ruiz Caldera Guión Fernando Navarro, Pablo Alén y Breixo Corral, según el cómic de Manuel Vázquez Gallego Fotografía Arnau Valls Colomer Música Javier Rodero Intérpretes Imanol Arias, Quim Gutiérrez, Alexandra Jiménez, Carlos Areces, Berto Romero, Rossy de Palma, Emilio Gutiérrez Caba, Eduardo Gómez, Silvia Abril Estreno 4 septiembre 2015
Ruiz Caldera ha sabido conjugar en su cine talento y comicidad, parodiando géneros y títulos reconocibles, como Spanish Movie y su glosario de grandes éxitos del cine español más reciente, El club de los cinco en Promoción Fantasma y las comedias románticas con celebraciones nupciales en Tres bodas de más, todas realizadas con un evidente sentido de la profesionalidad y cosechando una estimable recaudación en taquilla. Ahora le toca el turno a los superagentes especiales, con Bond por supuesto a la cabeza; y para eso nada mejor que adaptar los cómics de Vázquez en torno al agente Anacleto, pero apartándose considerablemente del original para crear un universo propio y reconocible en el imaginario patrio a través de la caspa y las aventuras de Torrente. Aunque Anacleto no es ni mucho menos el personaje de Santiago Segura, ni la película ahonda en el mal gusto y la grosería como hace el agente más guarro del cine mundial. Curiosamente Caldera y sus guionistas hacen con Anacleto lo que Bill Condon acaba de hacer también con Sherlock Holmes, envejecerlo e inventarle una vida privada, de modo que aparezca en pantalla como nunca lo habíamos visto en el tebeo, hijo aventajado incluido. El resultado es un festín de acción e hilaridad, con una trama tan sencilla y simple que nada tiene que ver con lo que nos tienen acostumbrados los films del género, y una puesta en escena meticulosa y reflexiva para generar un microcosmos reconocible de la España más cutre y casposa. En el apartado técnico sobresalen las escenas de lucha, perfectamente coreografiadas y rodadas, y en el artístico el convincente y esmerado trabajo de los protagonistas, Arias y Gutiérrez, que ni chirrían ni molestan; mientras Areces y de Palma ponen su buen hacer cómico al servicio de algunas de las secuencias más hilarantes de la función. Un producto nacional por lo tanto competente, divertido y eficaz que esperamos cuente con secuela. De momento Caldera anda ya metido en la adaptación de otro personaje de cómic, el Superlópez creado en los setenta por Juan López Fernández “Jan”.
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