jueves, 17 de julio de 2025

ALFONSO CASADO Y LA ROSS LEVANTAN PASIONES CON LOS MUSICALES

Los musicales de Londres en Sevilla. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Killian Donnelly, Mazz Murray, Damian Humbley y Jessie Hart, voces solistas. Programa: Canciones e instrumentales de Oklahoma!, My Fair Lady, Cats, Sunset Boulevard, El fantasma de la ópera, Chess, Frozen, La bella y la bestia, El jorobado de Notre-Dame, Los miserables, Mamma Mia! y Querido Evan Hansen. Teatro de la Maestranza, miércoles 16 de julio de 2025

Damian Humbley y Alfonso Casado

Contaba mi padre que en su época, años cuarenta y cincuenta, la gente pateaba en el cine cuando en la pantalla comenzaban a cantar y bailar. Mucho después, en los ochenta, recuperar una película protagonizada por Fred Astaire y Rita Hayworth resultó frustrante cuando la única copia que cayó en nuestras manos tenía todos los números musicales amputados. La persona que la grabó de la televisión se preocupó en cortarlos. Afortunadamente, tanto ha cambiado la situación, que hoy Madrid se ha convertido en la capital de Europa continental que más musicales programa, y Antonio Banderas consigue montar en Málaga musicales tan icónicos como Company o Gypsy.

Este cambio de gusto se notó especialmente anoche en el Maestranza, con el aforo completo y el público enfervorecido con cada actuación de las cuatro extraordinarias voces que acompañaron a Alfonso Casado. Natural de Alcalá de Guadaira, hace más de una década que el maestro reside y triunfa en Londres, dirigiendo musicales en el emblemático West End y recibiendo reconocimientos muy preciados.

Casado se ha puesto al frente de la ROSS en varias ocasiones, la última hace dos años en el Auditorio Cartuja Center, con un programa dedicado a las adaptaciones cinematográficas de éxitos de Broadway. También entonces vino acompañado de cuatro voces amigas que garantizaron un triunfo absoluto. Esta vez ha protagonizado el dilatado cierre de temporada de nuestra orquesta en su sede oficial, el Maestranza, y el éxito ha sido incluso mayor.

Alfonso Casado Trigo

Escuchar estos temas con una orquesta sinfónica es un privilegio, y la ROSS demostró una vez más su capacidad de adaptación y su flexibilidad, ofreciendo versiones impecables de cada partitura. El musical ha calado hondo en la sociedad española, ahora más inquieta y cultivada, más civilizada. Casado podría así afianzar una cita periódica en nuestra ciudad.

80 años de éxitos en el West End de Londres

La propuesta en esta ocasión se centraba en hacer un recorrido de ochenta años por los musicales que han triunfado en el bohemio barrio londinense. Claro que esto era sobre el papel, pues en la práctica la cita no resultó ser tan rigurosa. Es cierto que arrancó con Oklahoma!, primero y uno de los títulos más señeros del tándem Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II, reyes indiscutibles de Broadway durante casi tres décadas. Pero el estreno en 1943 de este icónico musical fue en Broadway, teniendo la escena londinense que esperar cuatro años para disfrutarlo allí.

La obertura original sirvió para introducir el espectáculo, un repaso por canciones legendarias como People Will Say We’re in Love, Out of My Dreams o la que da título al musical. El barítono irlandés Killian Donnelly dio el tono perfecto, profundo y confiado, para deleitarnos con Oh What a Beautiful Morning, la canción con la que se inicia este histórico musical.

Quienes sí solían estrenar primero en Londres y después en Broadway fueron Frederick Loewe y Alan Jay Lerner. My Fair Lady ha trascendido al musical para convertirse en título de repertorio incluso en teatros de ópera, donde recala con honores de opereta. La soprano ligera Jessie Hart cantó como los ángeles I Could Have Danced All Night, con alguna licencia en los arreglos orquestales, mientras Damian Humbley se sirvió de su voz aterciopelada de tenor lírico para embelesarnos con The Street Where You Live.

Jessie Hart y Damian Humbley cantan All I Ask of You

Un salto de casi treinta años nos llevó a Cats, y con la pieza instrumental Jellicle Ball arrancó un bloque dedicado a ensalzar la figura del compositor Andrew Lloyd Webber. Todavía recordamos con emoción el homenaje que se brindó a este compositor en la Expo’92 de la mano de la Royal Liverpool Philharmonic Orchestra. Esta vez sonó As If We Never Said Goodbye, precioso y emotivo tema de Sunset Boulevard, que Mazz Murray cantó con voz gruesa y robusta, muy en estilo. El dúo All I Ask of You, una de nuestras canciones preferidas de Webber, y Music of the Night, representaron El fantasma de la ópera, con recreaciones delicadas y respetuosas de Hart, Humbley y Donnelly respectivamente.

Demasiada atención se dispensó, a nuestro juicio, a Benny Anderson y Björn Ulvaeus, los cabezas pensantes de Abba, no porque no la merezcan, sino porque entre tantísimos icónicos musicales que se podrían haber elegido, uno de tan escasa repercusión como Chess en la primera parte, y otro integrado por éxitos de la banda ajenos a la escena, como es Mamma Mia! en la segunda, no nos parecía la elección más acertada. Claro que eso es ponerse riguroso, y lo que se busca es el éxito inmediato. De cualquier forma, I Know Him So Well de Chess, que han versionado incluso Whitney Houston y Anne Sofie von Otter, sonó fascinante en las voces de Hart y Murray, que complementaron así sus tesituras de forma exquisita.

De un Disney irrefrenable al delicado Sondheim

La ruta elegida por una insaciable Disney desde inicios de los noventa del siglo pasado, de convertir en suntuosos musicales sus habituales adaptaciones de cuentos clásicos, abrió el camino a Alan Menken para convertirse en el autor de musicales más prolífico y laureado de los primeros años del siglo XXI. For the First Time in Forever de Frozen introdujo este bloque en el que sonó la obertura de la adaptación cinematográfica de La bella y la bestia a imagen real en 2017, seguida de Evermore, una canción del musical que sobrevivió en esta nueva versión del clásico y que Donnelly cantó con proverbial sensibilidad y carga emotiva.

Quizás la más emocionante de cuantas canciones haya escrito Menken, en esta ocasión con la letra de Stephen Schwartz, sea Out There de El jorobado de Notre-Dame, que en la voz de Damian Humbley sonó majestuosa y sobrecogedora. De ahí pasamos a dos dúos especialmente concebidos para conmemorar distintos aniversarios de Los miserables, de Claude-Michel Schönberg y Alain Boublil, que mantiene el récord de mayor permanencia continuada en la escena londinense, nada más y nada menos que cuarenta años. Por un lado, Murray y Hart entonaron I Dreamed a Dream combinada con On My Own, y por otro Donnelly y Humbley hicieron lo propio con la emotiva Bring Him Home.

Killian Donnelly

Una suite instrumental con las canciones de Abba incluidas en Mamma Mia! y la sensacional recreación de The Winner Takes It All que nos ofreció una rutilante Mazz Murray, entroncaron con el final, You Will Be Found del musical Querido Evan Hansen, de Benj Pasek y Justin Paul, letristas de La La Land y autores de The Great Showman. Un título centrado en los problemas psicológicos de adaptación social de un joven estudiante, que sirvió como himno final con las cuatro voces convocadas al unísono. Pero aún quedó lugar para la esperada propina, el emocionante Being Alive de Company del irrepetible Stephen Sondheim, con los cuatro de nuevo combinando sus extraordinarias voces.

El entusiasmo de público nos obliga a perdonar esa falta de rigor comentada, así como que todos estuvieran amplificados, quizás para equilibrar fuerzas, si bien con la acústica del Maestranza y la fuerza de las voces solistas, habría sido posible prescindir de la amplificación y confiarse más al sonido natural. Pero lo más imperdonable es que ni el programa de mano ni los sobretítulos hicieran mención a los autores de las partituras, un defecto que Casado palió parcialmente en sus elocuentes intervenciones.

Fotos: Marina Casanova
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

No hay comentarios:

Publicar un comentario