RANGO
USA 2011, 102 min.
Dirección Gore Verbinski Guión John Logan, Gore Verbinski y James Ward Bykrit Música Hans Zimmer Voces (versión original) Johnny Depp, Timothy Olyphant, Isla Fisher, Abigail Breslin, Bill Nighy, Alfred Molina, Ned Beatty, Ray Winstone, Harry Dean Stanton Estreno 4-3-2011
La primera producción de animación digital de la mítica Industrial Light & Magic, división de George Lucas que lleva más de treinta años haciendo las delicias de los aficionados a los efectos visuales, es un film técnicamente impecable pero que aspira a mucho más. Su estética es prodigiosamente fotográfica, hasta el punto de requerir los consejos de un maestro en la dirección de fotografía como es Roger Deakins. Con la realización del solvente director de la saga de los Piratas del Caribe, y la aportación personal de Johnny Depp, que no sólo presta su voz en la versión original (su voz habitual de doblaje también provoca el efecto) sino también sus ademanes, hechuras y comicidad, el film se antoja como una especie de Jack Sparrow en el Oeste. Un Oeste más basado en el del spaghetti-western que en el de los títulos épicos protagonizados por John Wayne, mientras los homenajes, en personajes, ambientación y banda sonora, se suceden ininterrumpidamente. Las intenciones son denunciar la corrupción y la especulación, y para ello se propone la sempiterna presencia de un héroe, un personaje que se entiende más en la sociedad americana, tan mediatizada en el ideal del hombre hecho a sí mismo, la individualidad por encima del colectivo, alguien capaz de cambiar la historia y hacer justicia. Como se ve todo muy visto, pero curiosamente muy aplaudido por quienes sistemáticamente se dedican a vitorear y encumbrar cualquier tipo de título animado, salvo excepciones extremas, de la misma manera que para que un film español deba ser considerado estimable debe ser al menos pluscuamperfecto, véase si no la condena a la que ha sido sometido el último film de Carlos Iglesias (¡cuánto tenemos todavía que aprender de nuestros vecinos franceses!). Con una estética premeditadamente feísta, con protagonistas que en su fealdad nauseabunda (lagartos, serpientes, ratas, insectos horrendos...) recuerdan también a los monstruos pobladores de la saga de los piratas, Geoffrey Rush y Keith Richards a la cabeza, el film tiene sin embargo logros espectaculares, como la persecución por el desierto o la intervención del hombre sin nombre, para quien por cierto parece no haberse podido contar con la voz de Clint Eastwood. No faltan guiños, como el perpetrado al Dr. Gonzo y Raoul Duke, personajes del libro de Hunter S. Thompson Miedo y asco en Las Vegas, llevado a la pantalla por Terry Gilliam, con Benicio del Toro y también Depp como protagonistas; al fin y al cabo se trata de dar al asunto ese toque alucinógeno que tanto parece gustar a Verbinski. Su discurso no obstante resulta bastante pesado, y su ritmo irregular, y sin embargo ya se trata de una cinta sobrevalorada.
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