Dirección Ben Affleck Guión Chris Terrio Fotografía Rodrigo Prieto Música Alexandre Desplat Intérpretes Ben Affleck, Bryan Cranston, John Goodman, Alan Arkin, Victor Garber, Tate Donovan, Clea DuVall, Kyle Chandler, Scoot McNairy, Christopher Denham, Kerry Bishé, Chris Messina, Philip Baker Hall, Adrienne Barbeau
Estreno en España 26 octubre 2012
Ben Affleck demostró hace quince años que era un buen guionista, logrando incluso un Oscar en ese apartado junto a su amigo Matt Damon por El indomable Will Hunting. Como actor ha seguido una carrera irregular en la que buenos papeles, como en Hollywoodland o The Company Men, se han alternado con auténticos bodrios tipo Pearl Harbor o Las fuerzas de la naturaleza. Pero como director, con tres películas ya en su haber, aún no ha evidenciado ninguna fisura, logrando convencer a público y crítica de su pericia y buen hacer en esas labores. Primero acertó con Adiós pequeña, adiós, después exhibió una gran desenvoltura en The Town. Ciudad de ladrones, y ahora Argo supone la culminación de ese talento tras la cámara, contando una historia verdadera de esas que merecen absolutamente ser contadas, sacarse del baúl del olvido, desempolvarse y dotarse de todo el glamour del que el mejor Hollywood es capaz. Una cinta que mezcla sabiamente ingredientes de cine de acción, drama político, crónica histórica, comedia y cine dentro del cine, con un habilidad pasmosa para enganchar, entusiasmar y mantener un nivel encomiable de tensión prácticamente durante todo su generoso metraje. Rodeado de un equipo en el que abundan las apuestas seguras, como Desplat en la música o Prieto en la fotografía, suyo es sin embargo el mérito de extraer de todos y cada uno de sus intérpretes unos trabajos antológicos, muy especialmente en el caso de un Alan Arkin en estado de gracia como director de cine cuyo nombre, para encubrir al verdadero implicado, parece ser la combinación de dos grandes artesanos: Richard Lester y Don Siegel. La trama cuenta el caso del disparatado y asombrosos plan de rescate de seis ciudadanos americanos refugiados en la residencia del embajador de Canadá en Teherán durante las revueltas sociales de Irán de finales de los 70 y comienzos de los 80, tras el asalto sufrido en la embajada estadounidense. Affleck se reserva el papel protagonista, Antonio Méndez, especialista en rescates de la CIA y autor del libro sobre uno de cuyos capítulos se basa el guión de Chris Terrio, además de en el artículo The Great Escape que Joshuah Bearman escribió para la revista Wired. En el plan tiene un papel destacado un Hollywood cuyas letras en las cumbres que le dan nombre se encontraban por aquel entonces en un deplorable estado, a punto de sufrir la mayor restauración de su historia. Cierto que en su crónica Affleck obvia deliberadamente detalles de aquel bochornoso episodio, pero lo hace para no distraer la atención de su discurso e intención. Argo es en la película el título de otra película, ésta de ciencia ficción - cameo de una de las musas del cine de serie B de aquella época, Adrienne Barbeau, incluido - que parece no se llegó a rodar, y que sirvió de tapadera para dicho plan, aunque en la cinta su referente claro es el Flash Gordon de Dino de Laurentiis que se rodó precisamente en 1980, aunque ese particular no llegue a acreditarse en ningún momento. Cierto que Affleck hace uso de mil y un recursos y trampas para hacer crecer la angustia en el espectador, pero el resultado final es una magnífica película que además nos hace reflexionar sobre el mundo en el que vivimos, los tramposos sistemas que nos gobiernan y, sobre todo, el emocionante triunfo del espíritu individual de cada ser humano por encima del de los estados y los intereses gubernamentales que minan nuestro ánimo y nuestra conciencia.
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