lunes, 17 de diciembre de 2012

DE ÓXIDO Y HUESO Discapacidades físicas, morales y emocionales

Título original: De rouille et d’os
Francia-Bélgica 2012 122 min.
Dirección Jacques Audiard Guión Jacques Audiard y Thomas Bidegain, según la novela de Craig Davidson Fotografía Stéphane Fontaine Música Alexandre Desplat Intérpretes Marion Cotillard, Matthias Schoenaerts, Céline Sallette, Bouli Lanners,
Armand Verduse, Corinne Masiero, Jean-Michel Correia
Estreno en España 14 diciembre 2012

Confirmado como cineasta a tener muy en cuenta con títulos como De latir mi corazón se ha parado y especialmente Un profeta, Jacques Audiard se atreve ahora con el melodrama desmelenado, bañado eso sí con una pátina de seriedad y trascendencia, además de sus habituales buenas formas para narrar sin estridencias ni altisonancias. La improbable relación romántica entre dos personas diametralmente opuestas unidas por una desgracia puntual, aunque no es la única que salpica el metraje, se erige en metáfora para hablarnos de discapacidades emocionales y físicas. Su protagonista cuenta con una presencia contundente y arrolladoramente animal; se trata del belga Matthias Schoenaerts, al que vimos en Rundskop (Bullhead) de Michael R. Roskam, nominada el año pasado a la mejor película de habla no inglesa; resulta difícil cogerle simpatía, tanta es la violencia que inunda su día a día, sea en su trabajo o en su relación con su hijo, y sin embargo logramos sintonizar con él, quizás porque representa a ese amplio porcentaje de una Europa devastada, ya sin oportunidades, abocada al fracaso y la falta de esperanza. En su camino se cruzará una segura y hermosa mujer con una visión totalmente opuesta de la vida, a quien una tragedia le obligará a suavizar su mirada y sus metas, a la vez que le generará un alto grado de dependencia respecto al animal que representa su pareja en la cinta. Marion Cotillard refleja perfectamente, con una interpretación antológica, esos matices inherentes a su personaje. La novela es lo que es, y contiene todos esos elementos de excesos melodramáticos, pero Audiard ha conseguido contenerlos y mostrarlos con naturalidad gracias al impagable trabajo de sus intérpretes y a un manejo magistral de los recursos narrativos, estéticos y emocionales. Dos recientes nominaciones a los Globos de Oro coronan de momento una carrera en la que ya ha conseguido premios a la mejor película en el Festival de Londres y a mejor dirección, actor y guión en Valladolid, tras su presentación en el pasado Festival de Cannes.

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