
El programa giró en torno a Francisco Corselli, maestro de dicha Capilla durante más de treinta años y autor de las piezas recuperadas, que renovó la estética musical de la institución aportando un toque inconfundiblemente profano a su música sacra, lo que hizo evidente desde el primer acorde la sensual y suntuosa voz de la joven Alicia Amo, tan delicada en acentos y colores como profusa en ornamentaciones de buen gusto y calado emocional. Aunque su dicción resultase emborronada y sus cambios de registro fueran a veces bruscos, en las dos cantadas que ofreció del compositor italiano acentuó el contraste entre arias – precioso Dulce azento y brillante y enérgico Culto dará incesante. Su interpretación de Entre cándidos de José de Nebra, seguramente la pieza más difundida de las ofrecidas, destiló gracia y chispa, mientras en el Salve a Nuestra Señora de José de Torres potenció un carácter más austero y eminentemente litúrgico.
En las piezas instrumentales, una sonata de Corselli y un trío ya clásico del muy reivindicado y apreciado Cayetano Brunetti, Andoni Mercero lució un fraseo y una agilidad entre el virtuosismo más extremo y la delicadeza más sobrecogedora, magníficamente secundado por Alexis Aguado también al violín, Juan Carlos de Mulder a la cuerda pulsada, Carlos García Bernalt al teclado y el violonchelo de Mercedes Ruiz, que debería ir estudiando cómo sacarle más partido a su poderoso sonido en una caja acústica como la del Lope de Vega, a la que aún no se le ha cogido el pulso.
Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 28 octubre 2015
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