La conmemoración del ochenta aniversario del nacimiento del filósofo, lingüista y activista palestino-estadounidense Edward Said, fallecido hace doce años, ha traído de nuevo a Daniel Barenboim, la otra mitad de la fundación que lleva sus nombres, y a la orquesta que juntos fundaron, a tierras andaluzas por segunda vez este año. Y lo ha hecho con otro de los grandes caballos de batalla de su dilatada trayectoria profesional, Mozart, con quien la anticuada y rancia polémica sobre las formas y estéticas con las que tratar su música está más que servida.
El maestro parece haber optado definitivamente por las maneras tradicionales, eminentemente sinfonistas de abordar la música del compositor salzburgués, entiéndase suntuosas y sin abandonar cierta tendencia romántica que caracterizó la interpretación musical clásica durante buena parte del siglo pasado. Como me explicaba mi padre cuando era niño, de forma sencilla para que lo entendiese, que a diferencia de otras músicas en la clásica se deben respetar siempre las partituras, sin que por ello el intérprete deba renunciar a su particular idiosincrasia y universo estético. El de Barenboim está certificado y aprobado desde hace mucho tiempo, lo que no deslegitima a quienes no lo compartan ni disfruten.
Auditorio Manuel de Falla |
Barenboim defendió la Júpiter con las repeticiones del molto allegro final, como lo ha hecho en disco en alguna ocasión, por ejemplo en la grabación de 1967 junto a la English Chamber Orchestra. Sin arrogancia y con lirismo, sin agresividad pero conservando su carácter triunfalista y olímpico, su batuta dosificó con elegancia las prestaciones de unos timbales y trompetas al mismo excelente nivel que el resto de los intérpretes convocados. Seguramente no se trata de una de las mejores orquestas del mundo, como asevera su artífice, pero cuando a ella acuden miembros históricos que han crecido a su amparo, adopta una mayor estabilidad y cohesión, con resultados tan sobresalientes como los logrados en este concierto en Granada que se repitió al día siguiente en Málaga.
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