Japón 2015 113 min.
Guión y dirección Naomi Kawase, según la novela de Dorian Sukegawa Fotografía Shigeki Akiyama Música David Hadjadj Intérpretes Kirin Kiki, Miyoko Asada, Etsuko Ichihara, Miki Mizuno, Masatoshi Nagase, Kyara Uchida Estreno en el Festival de Cannes 14 mayo 2015; en japón 30 mayo 2015; en España 6 noviembre 2015
Siempre interesada y comprometida con la naturaleza, la realizadora japonesa Naomi Kawase ofrece con su última película su lado más convencional, distanciado de la grandilocuencia poética y visual que caracteriza su cine hasta Aguas tranquilas, estrenada entre nosotros hace apenas unos meses. Aquí se cuenta una historia perfectamente entendible y digerible por cualquier tipo de espectador; una historia de amistad y aprendizaje en el que dos seres humanos de muy distinta edad colaboran en la excelencia de un pequeño establecimiento de comidas en un suburbio de Tokio. Él es un joven pastelero que sobrevive a un pasado marcado por el dolor al frente del negocio en el que los doriyakis son su especialidad. Ella, que acarrea una terrible enfermedad, pondrá la guinda a estas típicas tortitas japonesas con una salsa de relleno casera a base de alubias (el an o anko del título original) que enriquecerá la receta del repostero; mientras la relación con la anciana le reportará una nueva visión de la vida, una suerte de redención consigo mismo y una considerable amplitud de su propia libertad con respecto a su entorno y sus perspectivas futuras. También aquí, aunque en menor medida, se evocará la llamada de la naturaleza como orden superior encargado del equilibrio y la serenidad, a través de la flor del cerezo, que con su cálida belleza refuerza la sobriedad del relato y su candorosa puesta en escena. Todo muy sensible, algo empachoso en realidad, en este agradable canto a las cosas sencillas y los valores fundamentales de la vida. Premio a la mejor dirección en el pasado Festival de Valladolid.
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