Israel 2015 153 min.
Dirección Amos Gitai Guión Amos Gitai y Marie-José Sanselme Fotografía Eric Gautier Música Amit Poznansky Intérpretes Yitzhak Hiskiya, Pini Mittelman, Michael Warshaviak, Einat Weizman, Yogev Yefet, Tomer Sisley
Estupendo documentalista, Amos Gitati ha conocido también una carrera comercial considerable con títulos de ficción como Eden y Promised Land. Su última película es un docudrama en torno al asesinato del primer ministro israelí Isaac Rabin en noviembre de 1995 y la investigación política y criminal que se llevó a cabo en los días inmediatamente siguientes al magnicidio. Su declaración de intenciones queda patente en los primeros minutos de su generoso metraje, cuando en una entrevista el ex primer ministro Shimon Peres confirma que la situación en Oriente Medio sería muy diferente de no haberse producido tal tragedia. A partir de ahí Gitai reconstruye dramáticamente algunos episodios de los antecedentes y de la investigación sobre los hechos, mezclándolo con imágenes de archivo y generando así lo que llamaríamos un documental intervenido. Las claves que se analizan sin embargo son las menos interesantes, las que quizás el resto de países menos Israel ya manejan desde hace tiempo, el atropello al pueblo palestino, la usurpación de sus tierras y unas políticas de marginación y aislamiento de sus vecinos. Cuando alguien molesta tanto hasta el punto de quitarlo de enmedio, provocando la paralización drástica de los procesos que estaba llevando a cabo, evidentemente no sólo es responsable quien empuña el arma ni quienes le apoyan directamente. También lo es quien mira hacia otro lado y da marcha atrás, lo que significa que el sacrificado estaba solo y demuestra que no hay proceso político que progrese si no es con el consenso de todas las partes implicadas. Ahí el error de Rabin y el material que podría haber dado lugar a un producto más estimulante que el resultado, la no por menos necesaria consabida y archivista demonización de religiosos y extremistas, con montaje y archivos descaradamente orientados a tal fin, sin tregua ni alternativa.
Artículo publicado en El Correo de Andalucía
Artículo publicado en El Correo de Andalucía
Grecia-Reino Unido-Irlanda-Holanda-Francia 2015 118 min.
Dirección Yorgos Lanthimos Guión Yorgos Lanthimos y Efthymis Filippou Fotografía Thimios Bakatakis Intérpretes Colin Farrell, Rachel Weisz, Léa Seydoux, John C. Reilly, Ben Whishaw, Jessica Barden, Olivia Colman, Rossana Hoult, Ariane Labed
Lanthimos no traiciona su estilo y espíritu en su primera película hablada en inglés y con reparto internacional. Su holgada producción le da al resultado un atractivo adicional, pero las constantes del realizador de Canino y Alps siguen intactas. Especialmente las del primero de los títulos reseñados, con el que comparte parodia sobre las convenciones sociales, el adoctrinamiento y la falta de libertad en un mundo en el que todo está medido y controlado. En este caso el experimento llega al paroxismo a través de la historia de un hombre que vive en una sociedad donde estar solo se considera un crimen, por lo que existen residencias de lujo, retiros, en los que se adiestra a hombres y mujeres solteros para encontrar pareja y reinsertarse en una sociedad fuertemente custodiada y controlada por los poderes fácticos. Y quien no logra su objetivo se transforma en animal, langosta por ejemplo. Algo de La fuga de Logan hay en esta película en la que quien se rebela tampoco puede huir de sus propias convenciones y de la formación que ha recibido. Su lujoso reparto y su impecable acabado formal transforman también el producto, haciéndolo más digerible para la platea general y permitiendo a su equipo artístico y técnico internacional crearse la ilusión por una vez en sus vidas de que están participando en algo diferente, incluso si se quiere transgresor en las formas, aunque desnudarse siga estando estrictamente prohibido. Gran Premio del Jurado en Cannes y cinco nominaciones a los Premios Europeos del Cine.
SCHNEIDER VS. BAXHolanda-Bélgica 2015 95 min.
Guión, música y dirección Alex van Warmerdam Fotografía Tom Erisman Intérpretes Tom Dewispelaere, Alex van Warmerdam, Maria Kraakman, Annet Malherbe, Gene Verboets, Pierre Bokma, Henri Garcin, Loes Haverkort, Eva van de Wijdeven
El polifacético director holandés Alex van Warmerdam relaja el tono de su anterior y multipremiada película, Borgman, y nos ofrece ahora otro thriller pero en clave de comedia, negra o macabra si se quiere, pero comedia al fin y al cabo. Su tono es más ligero, aunque sus chistes puedan resultar pesados y hasta de mal gusto. La habilidad con la que el realizador combina crímenes y persecuciones con el típico vodevil de entradas y salidas continuas de personajes, merece por sí sola la atención. Pero es que además Warderman teje un ingenioso guión en torno a dos asesinos a sueldo contratados para aniquilarse los unos a los otros, cuyos cometidos se complican cuando entran en escena otros personajes y los duelistas muestran sus principios éticos al respecto. El resultado es un film divertido y liviano, sin las pretensiones de su film anterior; simplemente un divertimento bien rodado, estupendamente fotografiado en unos excelentes paisajes veraniegos empantanados, y con interpretaciones que le dan el toque perfecto de comedia sin excesos indigestos. Como es habitual en su cine, Warmerdam se reserva uno de los papeles, esta vez protagonista.
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