Francia-Italia-USA 2015 92 min.
Dirección Roberto Minervini Guión Roberto Minervini y Denise Ping Lee Fotografía Diego Romero Documental
Hace unos años en este mismo festival, el director italiano y profesor universitario Roberto Minervini nos sorprendió muy gratamente con un docudrama extraordinariamente sensible y delicado de título Stop the Pounding Heart. Su fascinación por los norteamericanos como objeto de estudio antropológico rebrota aquí con un film, igualmente encuadrable en la categoría de documental ficcionado al estilo de aquellos míticos Vivir cada día de la Televisión Española de los setenta y ochenta, en el que analiza la así llamada América profunda a través de dos comunidades antagonistas. De la mano de un toxicómano que habita en parajes rurales de Louisiana, al cuidado de su pareja, su madre enferma y su abuelita bailonga, conocemos un ambiente de gente pacífica, dentaduras descuidadas o directamente ausentes, y vidas muy sencillas alimentadas por trabajos chapuceros. En el otro extremo, y ya casi al final de la película, asistiremos al entrenamiento de un grupo paramilitar fascista y extremista que abusa de las armas, el alcohol, el sexo y las drogas y lanza violentas consigas antigubernamentales. No descubrimos nada ni de uno ni del otro lado; sabemos perfectamente que en Estados Unidos abundan estas faunas, y que no todo, ni mucho menos, es clase media con buenas casas, coches y trabajos. La paranoia de las armas y la guerras, así como los marginados de la sociedad que sobreviven entre prisiones y caravanas, son temas sobradamente conocidos para cualquiera que viva en el mundo que habita. Son las formas y el cariño que Minervini deposita en quien cree lo merece, y la pericia de conectar estos dos extremos absolutos, los desheredados y los prepotentes, frente a ese enemigo común que es una administración incapaz de resolver los problemas habituales de la gente común, que prefiere inmiscuirse en el gobierno de otras naciones antes que limpiar su propia mierda.Artículo publicado en El Correo de Andalucía
España 2015 102 min.
Guión, fotografía y dirección Pablo Hernando Música Aaron Rux Intérpretes Julián Génisson, Ingrid garcía Johnson, Vincenç Miralles, Chema Adeva, Lorena Iglesias, Rocío León, Daniel Luke, Elena Serrano
Segundo largometraje del joven realizador vasco Pablo Hernando, que sorprende por sus formas aseadas y académicas a pesar de contar presumiblemente con un presupuesto muy ajustado. Y más sorprende aún su inquietante punto de partida, una particular investigación criminal en la que la incógnita no es quién lo ha hecho sino por qué. Diálogos fluidos, personajes atractivos y bien interpretados, van sucediéndose a un ritmo que no siempre es satisfactorio, pero que en general no pierde nunca el interés, y que dosificado con puntuales brotes de humor, ayuda aún más a su fácil digestión. Lástima que, como suele ser habitual en nuestro cine, llegue un momento en el que no se sepa avanzar, algo que también le ocurre al novelista protagonista, lo que en su caso tiene gracia, porque provoca inquietud en el espectador por conocer cuál es el verdadero final de la truculenta historia. El resultado acaba sucumbiendo a su propio artificio, con razonamientos y soluciones harto pueriles y mal trabajadas. Por el camino, sin embargo, conseguimos entretenimiento, empatía con los personajes y una puesta en escena sobria acompañada de una narración relajada y elegante a años luz de la histeria desgraciadamente imperante en nuestro cine. Puede que cuando sea capaz de pulir un buen argumento, Pablo Hernando nos dé muchas satisfacciones.
Artículo publicado en El Correo de Andalucía
Artículo publicado en El Correo de Andalucía
Portugal-Francia-Alemania-Suiza 2015 125 min.
Dirección Miguel Gomes Guión Miguel Gomes, Telmo Churro y Mariana Ricardo Fotografía Sayombhu Mukdeeprom Intérpretes Joana de Verona, Diogo Dória, Gonçalo Waddington, Rogério Samora
La primera entrega de uno de los proyectos cinematográficos más ambiciosos del director de Tabú y de la historia del cine portugués en general, se articula en un prólogo y tres cuentos inspirados en la estructura y el espíritu de los que Scheherezade contaba al sultán Schariar para evitar su muerte y el de otras doncellas del reino de Tartaria, pero trasladados a Portugal y la severa crisis económica que azota a uno de los países más castigados de Europa. El experimento no es novedoso, ya que en el siglo XIX Robert Louis Stevenson hizo lo propio con una recopilación de extraños relatos ambientados en Londres bajo el título de Las nuevas noches árabes. En el prólogo se nos pone en antecedentes de la lucha proletaria en los astilleros y la paulatina pérdida de derechos sociales que desde hace tanto se viene sufriendo, así como se hace hincapié en la laxitud del ser humano para poner remedio a problemas tan universales como la posible desaparición de las abejas, fundamentales para preservar la cadena de la evolución natural. Después Gomes nos presenta un cuento en el que unos burócratas y banqueros sufren una curiosa maldición, otro en el que un gallo molesta con su canto a una comunidad sorda y borrega ante unas elecciones con candidatos burdos e ignorantes, y otro más sobre los preparativos de un baño en el mar en pleno enero al que se entregan inconsciente e incondicionalmente los habitantes de un pueblo maltratado. La cinta mantiene un tono grotesco y desafiante ante la incompetencia del gobierno luso, de los gobiernos en general, siempre con el elemento fantástico presente. Abruma el ingenio del director y su equipo para recopilar historias y convertirlas en narraciones entre la comedia y lo maravilloso, siendo precisamente los pasajes más convencionales, como los testimonios de víctimas muy identificables de la crisis, los menos interesantes por ser los más comunes y previsibles.Francia 2014 95 min.
Guión y dirección Jean Paul Civeryac, según el relato de Doris Lessing “Victoria and the Staveneys” Fotografía David Chambille Intérpretes Guslagie Malanga, Nadia Moussa, Catherine Mouchet, Pascal Greggory, Alexis Loret, Pierre Andrau, Elise Akaba, Tony Harrisson
El director francés Jean Paul Civeryac, consagrado hace una década con Toutes ces belles promesses, adapta un relato de la escritora británica Doris Lessing contenido en la misma recopilación que incluye Las abuelas, relato que inspiró a su vez la película Dos madres perfectas protagonizada por Naomi Watts y Robin Wright. Se trata de un texto sumamente inteligente que aborda el tema del racismo desde una óptica original y diferente, tratado más bien como un problema de clasismo en una sociedad supuestamente tolerante y abierta que asume su aceptación de las razas antaño colonizadas con más impostura que naturalidad. Victoria, la chica protagonista, queda marcada para siempre por un episodio que le lleva a conocer cuando apenas es una niña a una acomodada familia de ideología liberal y progresista. Los acontecimientos le irán descubriendo que al contrario de lo que pudiera parecer, se siente desubicada y con menos oportunidades de las que disfrutan sus iguales blancos. Rodada con gusto y delicadeza, Civeryac opta sin embargo por una voz en off permanente que no hace sino subrayar lo que ya nos indican las imágenes, lo que resta fuerza dramática al conjunto. Además, aunque pudiera parecer que reina la sutileza, lo cierto es que los personajes y las situaciones están voluntariamente acentuadas para dejar muy claro el mensaje y la denuncia expuestos. El atractivo de los personajes y las localizaciones hacen el resto para que acabe convirtiéndose en una cinta mucho más complaciente de lo que sería conveniente.
Francia-Alemania-Turquía-Qatar 2015 97 min.
Dirección Deniz Gamze Ergüven Guión Deniz Gamze Ergüven y Alice Winocour Fotografía David Chizallet y Ersin Gok Música Warren Ellis Intérpretes Günes Sensoy, Dogba Doguslu, Tugba Sunguroglu, Elit Iscan, Ilayda Akdogan, Nihal Koldas, Ayberk Pekcan
El multipremiado debut en la dirección de largometrajes de la realizadora turca Deniz Gamze Ergüven es el clásico ejemplo de producto diseñado y orientado para levantar indignación más allá de la denuncia, abrazando incluso la ambición comercial. A pesar de ello no es cuestión de quitarle méritos y no saber reconocer la valentía de una mujer que lucha con esta especie de Vírgenes suicidas por los derechos y las libertades de un amplio sector de la población femenina de su país, sin olvidar el peligro permanente que amenaza al otro, el que disfruta de un status parecido al de la mujer occidental. Cinco jóvenes, por supuesto gráciles y bellísimas, para calar más hondo, disfrutan de sus vacaciones estivales con total y desinhibido desparpajo, para ir paulatinamente sufriendo la rigidez educativa de su familia, especialmente de las propias mujeres, impulsada por la castrante tradición moral y religiosa. Los consabidos matrimonios concertados, hábitos y prohibiciones varias irán malogrando unas vacaciones que se antojan demasiado largas para tanta acumulación de acontecimientos. Ergüven demuestra pericia para rodar, ingenio para indignar y gusto para dosificar elementos, pero la intención se huele tan de lejos que apesta, por lo que algo más de sutileza y originalidad le hubiera beneficiado considerablemente. La banda sonora de prestigio la firma Warren Ellis, habitual colaborador de Nick Cave.Artículo publicado en El Correo de Andalucía
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