Ciclo San Telmo Abierto, organizado por la Fundación Barenboim-Saïd. Ensemble S (Marta Castillo, flauta; Santiago Moya, oboe; Carlos González, clarinete; María Fernández, trompa; Miguel Carrillo, fagot; Rodrigo López, piano). Programa: Divertimento en fa mayor Op. 51, de Juon; Sexteto en do mayor, de Smit; Sexteto para quinteto de viento y piano FP 100, de Poulenc. Capilla del Palacio de San Telmo, viernes 5 de abril de 2019
Quince años lleva la Fundación Barenboim-Saïd funcionando en Andalucía, donde tiene su sede, y muchas son las personas, entre profesorado, programación, técnica y organización, que con su esfuerzo y su convicción han creado una de las infraestructuras más eficientes y potentes de la comunidad a la hora de fomentar el talento local y propiciarle una formación acorde.
Se anuncian malos tiempos para la Cultura, que esperemos se queden en mera amenaza, sepamos atajarla a tiempo y no llegue la sangre al río, como suele decirse. Pero lo cierto es que un proyecto como éste merece quedarse y seguir funcionando al menos como lo ha hecho hasta ahora. Lástima que por el camino se hayan quedado los conciertos a los que Daniel Barenboim y su West-Eeastern Divan nos tenían acostumbrados, y que esperemos recuperar en breve, por lógica y justicia.
Talento joven y disciplinado
Anoche se hacía difícil elegir entre la Sinfónica Conjunta y esta presentación en Sevilla de uno de los conjuntos que mejor representan el espléndido trabajo desplegado en el Real Conservatorio Superior de Música Victoria Eugenia de Granada. De cualquier modo de juventud se trataba, y para estimular su esfuerzo y talento lo mismo daba la elección. Al final nos decantamos por Ensemble S - cuando era muy joven una clasificación “S” en una película quería decir que hería la sensibilidad; quizás aquí se refiera a que la estimula -, por la novedad y por echar un vistazo a lo que se hace en otras provincias, así como, lo confieso, por el cariño que le profesamos a uno de sus integrantes, el clarinetista Carlos González, del que ya disfrutamos hace un mes en La Casa de los Pianistas junto a Ariadna Ruiz, con quien forma el Dúo Kahlo.
Disciplinados y entusiastas, así se presentó el conjunto frente al numeroso público que se congregó en la preciosa Capilla de San Telmo, excelente ocasión para visitarla, con un programa exquisito integrado por obras de corte neoclásico del primer tercio del siglo XX, todas concebidas originariamente para el conjunto de instrumentos convocado.
Un programa exigente y delicado
Evidencia del nivel técnico y expresivo alcanzado por nuestros y nuestras estudiantes de música, el Ensemble S logró unos resultados magníficos en páginas como el Divertimento Op. 51 del compositor de origen suizo nacido en Rusia Paul Juon, con empaste y dinámicas mimados al detalle, un ajustado trabajo de diálogo y compenetración y solos espléndidos como el que nos brindó el clarinetista, henchido de delicadeza y sensibilidad, en la Fantasía central de estética ligeramente impresionista.
Aires discretamente cabareteros y jazzísticos se dieron cita en el Sexteto de Leo Smit, otro motivo, además de su condición de judío, para engrosar la lista de Música degenerada del régimen nazi, y morir asesinado en un campo de concentración. Los jóvenes intérpretes ofrecieron de este trabajo una lectura dinámica y brillante, con especial mención para la trompa de María Fernández, que controló primorosamente el sonido y la afinación de este dificilísimo instrumento, aportando el carácter épico que demanda la segunda parte de la partitura.
Más comprometido aún se mostró el Sexteto para quinteto de viento y piano de Poulenc, en el que brillaron así mismo el estilo rapsódico, de amplio vuelo lírico, de Rodrigo López, la precisión tanto en notas picadas como sostenidas de la flautista Marta Castillo, el cuerpo que otorgó al conjunto el fagotista Miguel Carrillo y el color y la agilidad desplegada por el oboe de Santiago Moya. Razones de peso para sentir un profundo y sincero orgullo por lo mucho que en música hemos avanzado en este país. Próximo concierto de San Telmo Abierto, el viernes 26 de abril.
Artículo publicado en El Correo de Andalucía
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