Con esta portada dedicada a Ennio Morricone en 1990, de la revista valenciana Música de Cine, empecé mis colaboraciones con los medios de comunicación |
El compositor y su esposa recogiendo hace cuatro años la Estrella del Paseo de la Fama de Hollywood |
El año pasado Morricone protagonizó su última gira mundial y a finales de éste debía recoger en Oviedo el Princesa de Asturias de las Artes, compartido con el hasta ahora otro grande superviviente de la etapa dorada de la música de cine, John Williams. Su envidiable capacidad de trabajo ha quedado definitivamente truncada, aunque lejos quedaron también los años en que era capaz de componer casi veinte bandas sonoras en un solo año, hazaña apenas lograda por ningún colega de profesión, y que hicieron su filmografía inabarcable, ni que decir su discografía, inflada además por continuas reediciones que aseguran ser más completas que las anteriores. Hace apenas un mes escribíamos en estas páginas acerca de este genio de la música de cine que también probó fortuna en el apartado de la música seria para concierto, con sus particulares aportaciones al universo de la música contemporánea, a menudo en forma de insinuantes voces femeninas, con motivo de ese galardón tan esperado que viene a sumarse a los Oscar, Globos de Oro, Bafta, Nastro d’Argento, David di Donatello, León de Oro en Venecia o el considerado Nobel de la Música, el Polar Music Prize, logrados a lo largo de su fructífera carrera.
Un número después también dibujé la contraportada de esta revista especializada |
No hay comentarios:
Publicar un comentario