Dirección Steve McQueen Guión Steve McQueen y Abi Morgan Fotografía Sean Bobbitt Música Harry Escott Intérpretes Michael Fassbender, Carey Mulligan, Hannah Ware, James Badge Dale, Amy Hargreaves, Nicole Beharie
Estreno en España 17 febrero 2012
Una de las películas más esperadas del año, aclamada en Venecia, donde obtuvo la Colpa Volpi al mejor actor y el Premio Fipresci; y sin embargo una decepción, no exactamente como producto cinematográfico, ya que juega bien sus cartas en cuestiones como el ritmo, la narrativa, el gancho de sus protagonistas y las elegantes localizaciones, todo lo cual contribuye a que se trate de un producto entretenido y sumamente atractivo. Pero decepcionante por su doble moral. Por un lado nos encontramos ante un producto presuntamente audaz, que muestra escenas de sexo explícito, desnudos generosos y situaciones que rozan la pornografía; y sin embargo por el otro lado esgrime una tesis absolutamente reaccionaria, puritana y sorprendentemente moralista. El realizador Steve McQueen, descubierto con Hunter, nos presenta en un principio a un treinteañero independiente, atractivo y triunfador en los negocios; además se confiesa contrario al compromiso y vive su sexualidad de forma promiscua, abierta y expansivamente. Hasta ahí todo va bien, hasta que el guión y la manipulación lo castigan enviándole una responsabilidad, frustrando su filosofía de vida, obligándole a replantearse su mundo y pervirtiendo lo que sólo debiera ser sexo variado, alegre e inofensivo. La familia y el orden son el único refugio posible, la adaptación social es imprescindible y las relaciones con los demás están sujetas a reglas y estereotipos. Psicología reaccionaria y terriblemente conservadora, aunque se practique bajo parámetros de falsa modernidad y descarada audacia formal. Finalmente hemos conocido a un enfermo, un desequilibrado hambriento de redención, que se asquea de lo que hace, y como resultado de la manipulación a la que hemos sido sometidos, no nos queremos parecer a él, y por supuesto nos compadecemos de quien ha provocado la carga que se le ha venido encima. Se nos viene a decir que las responsabilidades son buenas, nos hacen madurar y ordenan nuestras costumbres e ideas. Alcohol, drogas, sexo… todo en el mismo saco de la depravación y la humillación moral. Por ahí empieza la censura, y luego sigue por políticas castradoras en épocas de crisis, que para eso tiene que haber de vez en cuando alguna, para controlarnos y meternos en vereda, sin que nos demos cuenta y sigamos creyendo que tenemos pensamiento libre y progresista. Su protagonista obtuvo galardón también en Sevilla.
Artículo recuperado de las crónicas del Festival de Cine Europeo de Sevilla 2011
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