Guión y dirección Malik Bendjelloul Fotografía Camilla Skagerström Música Rodríguez Documental Estreno en España 22 febrero 2013 (en Sevilla 26 abril 2013)
El caso de este emocionante documental, ganador del Oscar y de los premios del Jurado y el Público en el Festival de Sundance de 2012, nos invita a reflexionar de nuevo sobre la agonía que está viviendo la exhibición cinematográfica en nuestra ciudad, Sevilla, convertida por capricho de distribuidores y exhibidores en provincia de tercera categoría. Ni su merecidísimo Oscar ni el reclamo que para miles de aficionados y aficionadas supone su temática musical rock motivó su estreno entre nosotros. La falta de pantallas digitales en la ciudad, y el hecho de que las únicas existentes están exiliadas en centros comerciales del extrarradio, propicia en parte esta discriminación. El único complejo que en la ciudad se dedica a exhibir cine en versión original aún no ha invertido en la digitalización de algunas de sus pantallas, aunque aseguran tener aprobada la operación; en consecuencia muchos de los títulos que debían estrenarse allí no lo hacen, incluida esta película que hubiera hecho muy buena taquilla entre los incondicionales de ese cine. Por el contrario ha acabado estrenándose, dos meses después de hacerlo en Madrid, Barcelona, Valencia o Málaga, de tapadillo y en un cine muy alejado del centro; en consecuencia nadie se ha enterado, nadie la ha visto y solo ha durado cinco días en cartel. Es una historia que se repite semana tras semana. Sevilla, al contrario que la más cosmopolita Málaga, se ha convertido en pasto del cine más ramplón y comercial, generalmente americano, y mientras bodrios descomunales como Scary Movie 5 o La gran boda se cuelan sin misericordia en nuestras pantallas, títulos mucho más interesantes y estimulantes desde el punto de vista cinéfilo, como Tango libre o 7 cajas, son sistemáticamente vetadas por nuestros exhibidores.
Searching for Sugar Man plantea a modo del ¿Quién sabe dónde? de Paco Lobatón la búsqueda de Sixto Rodríguez, un cantautor rock de origen mejicano, en la línea de Bob Dylan, que a principios de los 70 fracasó estrepitosamente en Estados Unidos y por extensión el Mundo entero, mientras no se sabe muy bien cómo ni porqué triunfó espectacularmente en la Sudáfrica del apartheid, donde las estremecedoras letras de sus canciones y la inequívoca calidad de sus melodías hicieron mella en un país donde la protesta y la lucha estaba al orden del día. Como quiera que la fama es caprichosa e injusta, el artista pasó su vida desconociendo ese éxito, en el anonimato más absoluto, y su retirada de la música para volver a la albañilería y puntualmente a la política, se adornó con tintes de leyenda y un posible suicidio actuando ante su público. En los 90 el tesón de un aficionado sudafricano y un periodista musical anduvo sobre su pista para regalarle el fervor y el entusiasmo del que debiera haber sido acreedor desde hacía tres décadas. Planteada con una gramática aseada y asequible, su asombrosa historia recibe un tratamiento tan atractivo que engancha de principio a fin y nos hace plantearnos multitud de reflexiones no ya sobre el arte o la fama, o el abuso que hacen los mecenas del talento de sus descubrimientos, sino sobre la vida misma, cómo encararla y disfrutar de todo lo que nos da, incluso en la adversidad, malviviendo en una ciudad como Detroit, que representa en sí misma la propia decadencia humana. Un film útil en estos agitados tiempos que vivimos, por lo tanto de un valor humano extraordinario, un planteamiento exquisito plagado de un puñado de buenísimas canciones que convienen rescatar, y resuelto con admiración y un inmenso respeto.
Magnífica crónica, Juanjo. Gracias por informarnos de esta joyita documental; intentaré verla en Madrid.cmg
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