Dirección Clint Eastwood Guión Rick Elice y Marshall Brickman, según el musical homónimo Fotografía Tom Stern Música Bob Gaudio Intérpretes John Lloyd Young, Vincent Piazza, Erich Bergen, Michael Lomenda, Mike Doyle, Christopher Walken, Renée Marino, Erica Piccininni Estreno en España 5 septiembre 2014
Que Clint Eastwood es un gran melómano lo demuestra su vinculación con el jazz, su exquisito trabajo como compositor en sus películas más recientes y su habilidad al teclado. Llevaba tiempo queriendo realizar un musical, bien fuera un remake de Ha nacido una estrella con Beyoncé o un biopic de Sinatra y sus vinculaciones con la mafia. Finalmente este mismo tema, pero adaptado a Frankie Valli y su conjunto The Four Seasons le ha puesto la ocasión en bandeja. Estrenado en Broadway en 2005 y ganador del Tony al año siguiente, con producción de Valli y Bob Gaudio, que también ejercen de productores en esta versión cinematográfica, Jersey Boys cuenta las andanzas de un grupo de jóvenes latinoamericanos a finales de los 50 que acabarían cosechando un gran éxito como cantantes a la vez que su grupo se erigió en la mejor forma de huir del crimen local, al menos de manera directa. Ejerce también labores de producción, además de escribir el libreto del musical y su adaptación al cine, Marshall Brickman, autor de los guiones de algunas de las películas más celebradas de Woody Allen, como Manhattan o Annie Hall. El film de Eastwood no pasará a engrosar su ya larga lista de títulos memorables, pero tampoco desmerece de la filmografía de un realizador merecidamente tildado de irrepetible. Sus maneras clásicas se dan cita también en este trabajo de aspecto dulzón y estética pastel en el que John Lloyd Young repite el papel que le dio a conocer en Broadway, un Frankie Valli de voz aún más aguda y por extensión más incómoda que la del auténtico Valli, artífice de éxitos como Can’t Take My Eyes Off You, My Eyes Adored You o el tema principal de Grease. Junto a él el resto del elenco hace un trabajo digno tanto en el campo interpretativo como vocal, con canciones míticas como Sherry, Walk Like a Man y Workin’ My Way Back to You desfilando por la pantalla junto a otras que han conocido mayor éxito en manos de otros cantantes, como Stay (Jackson Browne) o Beggin’ (Madcon). No sigue las pautas del musical standard sino más bien del biopic con actuaciones musicales justificadas por la profesión de sus protagonistas, salvo por la impagable secuencia de los títulos finales, en la que no es difícil imaginar lo que habrá disfrutado un Eastwood que ya ha sobrepasado con creces la barrera de los ochenta. Por lo demás, desaprovecha la ocasión de tejer un nexo más evidente e incómodo entre mafia y música, a la vez que tampoco incide mucho en la compleja personalidad de sus protagonistas ni la miseria de sus relaciones; pero producción obliga y en ella Valli y Gaudio están muy implicados. Para que se hagan una idea sigue el patrón de Dreamgirls pero sin la espectacularidad ni la energía de aquella, ni canciones originales ni puesta en escena tan brillante como el excelente film de Bill Condon. Estimable pero decididamente intrascendental.
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