USA 2016 103 min.
Dirección Dan Trachtenberg Guión Damien Chazelle, Josh Campbell y Matthew Stuecken Fotografía Jeff Cutter Música Bear McCreary Intérpretes Mary Elizabeth Winstead, John Goodman, John Gallagher jr. Estreno en Estados Unidos 11 marzo 2016; en España 18 marzo 2016
Hay una acumulación notable de talentos detrás de esta película que tanto impacto está cosechando desde su estreno en Estados Unidos una semana antes que aquí. Sus productores son el famoso J.J. Abrams y Matt Reeves, director de Monstruoso, también producida por el creador de Perdidos y que comparte con película la palabra Cloverfield en su título original, que no es más que el nombre de una calle por la que Abrams pasaba continuamente de camino a su estudio en Santa Mónica. Entre sus guionistas destaca Damien Chazelle, protagonista como director del mejor debut del año pasado, Whiplash. El resultado es una película claustrofóbica sobre la duda, la sospecha y el miedo ante lo desconocido, que se articula como una obra de teatro ambientada en un refugio antinuclear con tres personajes obligados a convivir sin que ninguno sepa nada de los otros. Comparten Monstruoso (Cloverfield) y esta película el retrato de monstruos, uno literal en el primer caso y otro posiblemente cotidiano, como el carcelero de La habitación y tantos otros que pueblan las crónicas de sucesos. La creación de una atmósfera enrarecida e irrespirable sale mejor parada que un guión en el que se abusa a veces de palabrería que aporta nada o poco a la trama, con giros de guión no siempre del todo convincentes. Merece un aplauso unánime el excelente trabajo de John Goodman como ambiguo villano, así como la sensacional aportación de Mary Elizabeth Winstead como desorientada y perpleja víctima resuelta a sobrevivir a toda costa. Se agradece a la película y sus artífices, especialmente su debutante realizador Dan Trachtenberg, que dirige con firmeza y aplomo este macabro juego de roles, haber construido un film capaz de decir algo diferente en un panorama de cine fantástico y de terror que tanto abusa de clichés y efectos visuales. Como curiosidad, en su versión original se puede escuchar la voz de Bradley Cooper al teléfono.
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