Dirección Dev Patel Guion Dev Patel, Paul Angunawela y John Collee Fotografía Sharone Meir Música Jed Kurzel Intérpretes Dev Patel, Pitobash, Sharlto Copley, Vipin Sharma, Sikander Kher, Sobhita Dhuliwala, Ashwini Khalsekar, Adithi Kalkunte, Makrand Deshpande, Brahim Achabbakhe Estreno en Estados Unidos 5 abril 2024; en España 12 abril 2024
Con una fructífera filmografía como actor a sus espaldas, que incluye éxitos como Slumdog Millionaire, El exótico Hotel Marigold y Lion, Dev Patel salta a la dirección con esta violentísima película aplaudida por la nueva generación de críticos que parece poco o nada tenga que ver con quienes hemos sobrepasado la cincuentena y nos hemos educado con un tipo de cine más sensible y emocional. Y lo peor es que combina todo un arsenal de tremendas peleas cuerpo a cuerpo, tiroteos, explosiones y agresiones con arma blanca dirigidas a provocar grandes hemorragias, con un mensaje de denuncia y concordia que abarca la corrupción política, la especulación, la esclavitud sexual, la represión y la tremenda brecha económica entre los más poderosos y la gente más pobre y humilde en la que se pretende una moderna India.
Pero lo cierto es que todo huele más a John Wick, como bien han apuntado algunos cronistas, personaje al que jamás hemos prestado el más mínimo aprecio, pero que vendido ahora como vengador de las clases sociales más oprimidas, no lo cuelan cuando en realidad se nos obliga a sufrir escenas destinadas a plasmar el más absoluto desprecio por la vida humana, con escenas de acción por supuesto magníficamente coreografiadas, aunque tan lejos de la realidad como lo pueda estar cualquier título sobre extraterrestres.
Entre sus lindezas y tópicos nos enfrentamos a una larga y difícil destrucción del villano por parte de quien apenas con un golpe es capaz de vencer a temibles contrincantes en el ring de la lucha libérrima, la recurrente lucha uno a uno con todo un ejército de mercenarios, y la impunidad de quien tras esconderse un tiempo resurge en el mundo de la lucha preparada sin que su libertad se resienta de ello. Menos mal que entre tanto despropósito, hay algún guiño simpático, como ese ejército de drag-queens luchadoras, todo ello siempre en inglés, que para eso se trata de una producción estadounidense y al fin y al cabo India fue durante mucho tiempo la más preciada colonia británica.
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