USA 2024 126 min.
Dirección David Leitch Guion Drew Pearce, según la serie de televisión creada por Glen A. Larson Fotografía Jonathan Sela Música Dominic Lewis Intérpretes Ryan Gosling, Emily Blunt, Aaron Taylor-Johnson, Hannah Waddingham, Winston Duke, Teresa Palmer, Stephanie Hsu, Ben Knight, Matuse, Zara Michaels Estreno en España 26 abril 2024; en Estados Unidos 3 mayo 2024
Con un recorrido que incluye películas como Atómica, Deadpool 2, la primera entrega de John Wick y lo que es peor, Bullet Train, no cabía esperar de David Leitch que, como aseveran algunos, reflotara con ésta la clásica screwball comedy de los cuarenta que catapultaron a Hepburn, Grant, Russell o McMurray a la cumbre definitiva. Poco de eso hay en esta película cuyo único leit motiv es potenciar las escenas de acción más absurdas e inverosímiles posibles. El engendro está basado en una serie de principios de los ochenta de igual título, The Fall Guy, cuya traducción al castellano por El especialista malogra su dualidad de significados, que se completa como El chivo expiatorio, mucho más significativo de lo que vemos en pantalla, una intriga paupérrima en el seno de un rodaje hollywoodiense en Sydney, Australia. Para subrayar su origen, los protagonistas de aquella serie, Lee Majors (que cuando estuvo casado con Farrah Fawcett le prestó ese segundo apellido con el que protagonizaba Los ángeles de Charlie) y Heather Thomas hacen su particular cameo justo al final de la cinta, engrosando el conjunto de supuestos chistes ingeniosos que inundan la función.
Nada que ver con aquella película de igual título que le valió una nominación al Oscar a Peter O’Toole y otra a su director, antes de pasar casi al anonimato, El especialista no funciona como homenaje sincero y merecido a la profesión de los stunt men, dada la absoluta inverosimilitud, efectos visuales mediante, con la que están resueltas sus numerosas y fatigosas escenas de acción. No funciona tampoco como comedia romántica, porque ni tiene mucha gracia ni apenas hay química entre Gosling y Blunt, y su floja historia de rollete-amor apenas está esbozada. Y tampoco funciona como homenaje al cine de acción porque todas sus citas son tan explícitas que van acompañadas del comentario correspondiente para asegurarse de que todos y todas las hemos pillado, y si no la cámara se detiene en el rótulo de Corrupción en Miami que luce la chaqueta del protagonista cuando surca las aguas de la bahía en una lancha al ritmo de la música de la mítica serie protagonizada por Don Johnson.
Todo así, muy masticadito y muy convencional, con el solo aliciente de ver espectáculo a lo bestia y procurar divertirse al menos con su lenguaje metacinematográfico cuando el cine dentro del cine nos proporciona un engendro entre Cowboys & aliens y Dune, remedo de su música incluida, acompañado de su preceptivo tráiler y con un nuevo cameo fomentando su carácter de gamberrada cinematográfica. Y que no falten las explosiones, que ya las saludamos con la misma alegría con la que lo hacemos cuando vemos fuegos artificiales.
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