USA 2014 122 min.
Guión y dirección Ned Benson Fotografía Christopher Blauvelt Música Son Lux Intérpretes Jessica Chastain, James McAvoy, Nina Ariadna, William Hurt, Isabelle Huppert, Viola Davis, Bill Hader, Ciarán Hinds Estreno en España 3 octubre 2014
Últimamente son varias las películas que confían sus cartas a originales planteamientos formales y divulgativos. Hace un par de semanas se estrenaba Boyhood, con la que Richard Linklater culminaba el proceso de maduración de un niño a lo largo de doce años en tiempo real; la semana pasada fue Frank de Lenny Abrahamson, estrenada sólo a través de internet; y ahora esta película experimento del debutante Ned Benson, un proyecto de dos películas en las que se narra el proceso de desintegración de un matrimonio desde el punto de vista de él y de ella, y que convergen en esta síntesis, que es la que se ha estrenado y se pudo ver en la sección Un certain regard del pasado Festival de Cannes, subtitulada Ellos. Aunque lo cierto es que, al margen de esta anécdota, en lo formal no reviste diferencia con cualquier película que sin acudir a estos singulares planteamientos narrativos, contara una historia similar. Historia por cierto nada nueva, y que en su punto de arranque recuerda mucho a El turista accidental de Lawrence Kasdan, donde por cierto el protagonista era William Hurt, presente también en este film. Mucho han debido confiar en este realizador novato para producirle la película la Compañía Weinstein y reunir un reparto tan atractivo, en el que también se incluyen Isabelle Huppert, Viola Davis y Ciarán Hinds. Pero aunque James McAvoy (El último rey de escocia, Expiación, Wanted, X-Men: Primera generación y Trance) hace un trabajo solvente, es sin duda la pálida y pelirroja Jessica Chastain (El árbol de la vida, Criadas y señoras, La noche más oscura) quien más se luce en esta película que narra el proceso de desmoralización de una mujer a la que una tragedia coloca al borde del precipicio, llevándose por delante su propia felicidad conyugal. Pero lo cierto es que Benson no encuentra el equilibrio dramático en lo que cuenta; pretende mostrarse seguro, sosegado y reflexivo pero sólo consigue desinteresar y apenas conmover, un arte en el que una vez Hollywood fue maestro y ahora no encuentra el tono justo. No obstante en conjunto el producto se presenta entretenido, aunque definitivamente superficial y anodino. Por cierto, que nadie acuda pensando en los Beatles; fue una ocurrencia de Isabelle Huppert llamar así al personaje central, y ni siquiera la letra de la canción ilustra exactamente lo que ocurre en pantalla, por muy sola que se vea la protagonista.
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