Francia 2015 81 min.
Dirección Rudi Rosenberg Guión Igor Gotesman, Bruno Muschio y Rudi Rosenberg Fotografía Nicolas Loir Intérpretes Réphaël Ghrenassia, Joshua Raccah, Géraldine Martineau, Guillaume Cloud-Roussel, Johanna Lindstedt, Max Boublil, Eythan Chiche, Gabriel Nahum, Ismaël Mandile, Iléana Courbey Estreno en el Festival de San Sebastián 19 septiembre 2015; en Francia 23 diciembre 2015; en España 8 abril 2016
Una refrescante sorpresa en forma de crónica de la adolescencia según la inquietud que despierta en el realizador Rudi Rosenberg, que debuta en el largometraje después de dirigir dos cortometrajes con idéntica temática, de uno de los cuales ha importado su personajes central, Aglaée, que forma parte aquí parte integrante del elenco. No es un film tanto sobre la diversidad y el respeto al semejante, aunque también se refiere al tema, sino sobre la búsqueda de la propia identidad y la forma de encajar en nuestra sociedad, cuando se alcanza la edad para preocuparse por estas cuestiones y empezar a definir tu propia personalidad. El protagonista es un jovencito que se tiene que adaptar a un nuevo entorno escolar cuando sus padres deciden trasladarse por trabajo de Le Havre a París. Incapaz de relacionarse, a pesar de tratarse de un chico convencional y hasta guapo, irá dándose chocazos mientras intenta averiguar si su lugar está entre los enrollaos de la clase, los tan admirados como temidos chulos y las niñas monas, o entre los llamados frikis, empollones, ridículos si los medimos por los standards de aceptación, con discapacidad o sencillamente con poco talento para enfrentarse a los convencionalismos sociales. El film margina a los adultos, que apenas tienen relevancia como educadores o progenitores, salvo el tío del protagonista, una especie de Peter Pan que por ello encaja en la intención del conjunto. En este apasionante viaje en el que no es difícil identificar las situaciones que plantea, erigiéndose también en un viaje a nuestra propia adolescencia, el joven conocerá también el amor y el desconsuelo, siempre tratado todo con tanta delicadeza y naturalidad que no podremos evitar borrar de nuestra cara una sonrisa permanente de condescendencia. Los chicos y chicas colaboran sobremanera al éxito de la empresa, revelando unas interpretaciones llenas de gracia y convicción, y dejándonos secuencias memorables como la del incidente en la fiesta de las chicas pijas o la del encuentro de Benoit, el protagonista, con éstas en el jardín del instituto. Ideal para maestros y padres, así como para jóvenes que estén precisamente descubriendo ahora toda esa aventura de la vida, sus gozos y sinsabores, y por supuesto para todo el público en general.
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