USA 2015 90 min.
Dirección Karyn Kusama Guión Phil Hay y Matt Manfredi Fotografía Bobby Shore Música Theodore Shapiro Intérpretes Logan Marshall-Green, Emayatzy Corinealdi, Michiel Huisman, Tammy Blanchard, John Carroll Lynch, Mike Doyle, Jordi Vilasuso, Lindsay Burdge, Jay Larson, Michelle Krusiec, Karl Yune, Marieh Delfino, Aiden Lovekamp, Toby Huss Estreno en el Festival de Sitges 10 octubre 2015; en España y Estados Unidos 8 abril 2016
Con bodrios como Aeon Flux y Jennifer's Body a sus espaldas, la directora estadounidense Karyn Kusama ha logrado cierto reconocimiento con esta película de terror psicológico que se alzó con el premio a la mejor película en el pasado Festival de Sitges. Lo que comienza como un film de reencuentro generacional entre varias amistades que no se ven desde hace tiempo, cuando un acontecimiento trágico se cernió sobre una de las parejas, deriva en un film de terror en el que los principales miedos emergen de la incapacidad para superar traumas personales. Más cerca por lo tanto de Coherence de James Ward Byrkit que de Reencuentro de Lawrence Kasdan y Los amigos de Peter de Kenneth Branagh. Guapos y guapas, por supuesto, en un escenario único, una casa de lujo como no podía ser menos, y equilibrando todas las posibilidades de la diversidad posibles (gays, multiraciales, solteros...), todas las personas convocadas parecen ajenas y felices a los acontecimientos que inevitablemente se precipitarán sobre ellos, menos el protagonista, atormentado aún por ese pasado, incapaz de superarlo, taciturno y amargado, y sin embargo con una vida de pareja reconstruida no se sabe sobre qué pilar. La realizadora consigue así, astutamente, que adoptemos el punto de vista incrédulo y suspicaz de este personaje y tomemos distancia del resto del grupo, que se desenvuelve entre las consabidas risas y la memez absoluta. Todos contra él y él contra todas, una atmósfera inquietante y malsana nos va preparando para la precipitación de una serie de giros, algunos de ellos manifiestamente manipuladores de nuestro intelecto, y clichés de todos los tipos para finalmente desembocar en una espiral de violencia con las consabidas sorpresas. Nada verdaderamente nuevo, que la directora articula con todos los elementos a su favor para conseguir un producto al menos atractivo, incluido un elenco de bellos rostros conocidos aunque sus nombres no nos digan aún nada. Aunque la propuesta se revela en cierto modo ingeniosa, no puede evitar relucir por las trampas de guión que encierra, mientras Kusama no logra mantener el interés irreductible, acusando puntuales caídas de ritmo y tensión en un conjunto que decepciona más que convence. Muchos y muchas nos hubiéramos ido de la casa a los cinco minutos.
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