Dirección John Hillcoat Guión Matt Cook Fotografía Nicolas Karakatsanis Música Atticus Ross, Claudia Sarne y Leopold Ross Intérpretes Casey Affleck, Chiwetel Ejiofor, Anthony Mackie, Aaron Paul, Norman Reedus, Woody Harrelson, Kate Winslet, Clifton Collins jr., Gal Gadot, Teresa Palmer, Michael Kenneth Williams, Luis Da Silva jr. Estreno en Reino Unido e Irlanda 19 febrero 2016; en Estados Unidos 26 febrero 2016; en España 6 mayo 2016
El director australiano John Hillcoat adaptó con éxito la novela de Cormac McCarthy La carretera, y con menos la de Matt Bondurant Sin ley, que tuvo guión del músico Nick Cave y pasó fugazmente por nuestra cartelera. Ahora presenta su propuesta más radical y compleja hasta el momento, una historia original que ambienta en los suburbios más turbios y peligrosos de Atlanta, a cuyo lado las Tres Mil Viviendas parecen Disneyworld. El tema es ya recurrente en el cine negro americano, la corrupción policial, agigantada en esta ocasión por el hecho de encontrarnos en un delicado momento coyuntural, en el que muchos jóvenes americanos han regresado del infierno, la guerra en Irak y Afganistán, y se enfrentan ahora a sus terrores e inclinaciones violentas más extremas. Algunos de ellos reciclados en un cuerpo de policía, agentes especiales encargados de barrer las calles de cárteles del narcotráfico y la mafia rusa, pero finalmente compinchados con ellos para sacar tajada de un negocio que les lleva directamente al infierno. El triple 9 del título es el código utilizado cuando un agente es asesinado, convocando de tal manera a todas las fuerzas de seguridad que deja amplio margen a cualesquiera otros criminales para llevar a cabo sus misiones con mayor impunidad. El argumento plantea pues situaciones y personajes ya frecuentadas, pero el talento de Hillcoat y sus colaboradores reside en crear un film de atmósfera absorbente e irrespirable, en el que la textura de la imagen juega un papel fundamental, generando una capa de espesura directamente proporcional al desasosiego que provoca cada una y todas las secuencias que estructuran el film. Un excelente trabajo del fotógrafo Nicolas Karakatsanis (Bullhead), llegado del cine y las salas de exposición belgas. Violencia máxima pero bien dosificada en una función donde la vieja guardia, representada por Woody Harrelson, desempeña su cometido con mayor grado de responsabilidad que la nueva, perdida, desorientada y desesperada. En el margen diabólico se desenvuelve con cierta pericia una Kate Winslet aventajada, que se esfuerza notablemente para lograr un acento ruso plausible. La música de Atticus Ross ayuda también a generar ese ambiente espeso y malsano que inunda la pantalla y hace de éste un film singular en su género.
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