Dirección Jay Roach Guión John McNamara Fotografía Jim Denault Música Theodore Shapiro Intérpretes Bryan Cranston, Diane Lane, Helen Mirren, John Goodman, Elle Fanning, Louis C.K., Michael Stuhlbarg, David James Elliott, Roger Bart, Dean O’Gorman, Christian Berkel, Adewale Akinnuoye-Agbaje, Alan Tudyk, J.D. Evermore, Mark Harelik, Peter Mackenzie, Toby Nichols, Becca Nicole Preston, Elijah Miskowski, Richard Portnow, Stephen Root Estreno en el Festival de Toronto 12 septiembre 2015; en Estados Unidos 25 noviembre 2015; en España 29 abril 2016
Precedida por las numerosas y merecidísimas nominaciones que recibió su protagonista, Bryan Cranston (Pequeña Miss Sunshine, Drive, Argo), en la pasada temporada de premios, Globo de Oro, Bafta y Oscar incluidos, la película que cuenta la peripecia personal del gran guionista de Hollywood Dalton Trumbo en la caza de brujas del senador McCarthy, llega a los cines españoles con injustificado retraso. Dirigida por el especialista en comedias Jay Roach (Austin Powers, Los padres de ella), lo que se nota en los saludables toques de humor que aligeran su dramático material narrativo, la cinta se erige casi automáticamente en un placer inmenso para el aficionado al cine clásico, al Hollywood dorado de las estrellas y el glamour, a través de un retrato respetuoso y enérgico de una etapa ya pasada y con la que tantos hemos disfrutado y lo seguimos haciendo muchos de los que amamos el cine. La miserable caza de comunistas emprendida por el infame senador ha sido llevada ya muchas veces al cine, y su cobertura mediática la ha hecho muy popular, pero lo que importa en este caso es el perfil del homenajeado, el diseño de un personaje genial, con un talento desbordado, para el que el trabajo, la creación y la supervivencia está muy por encima del ego y la venganza. Para él, según la cinta, queda claro que la dignidad no está anclada en el reconocimiento. Una lección de vida y humildad que Roach y un increíble Cranston saben llevar a muy buen puerto, transmitiendo toda su fuerza y vigencia. La emoción que despierta en el espectador apasionado de ese cine clásico y esa forma de hacer películas, se ve altamente recompensada con el desfile de personajes carismáticos de la época, como Edward G. Robinson (Michael Stuhlbarg), con cuya El sol sale mañana Trumbo firmó por última vez un guión con su nombre hasta su recuperación a finales de los cincuenta; Kirk Douglas (Dean O’Gorman), que lo contrató para Espartaco; Otto Preminger (Christian Berkel), que después de dirigir El proceso de Billy Mitchell con Trumbo bajo seudónimo, decidió que su nombre apareciera en los créditos de Éxodo; Hedda Hopper (Helen Mirren), implacable cronista social de la época que lideró una cruzada despiadada contra él y los otros Diez de Hollywood; John Wayne (David James Elliott), el duque erigido en estandarte de los ideales americanos radicalmente contrarios al comunismo; o los hermanos King (John Goodman uno de ellos), verdaderos héroes de la función, aunque como todos se movieran al son del negocio, que en su compañía de películas de bajo coste decidieron contratar a varios de los incluidos en la lista negra, Trumbo entre ellos, que escribió para King Bros., entre otros, los guiones de El demonio de las armas y El bravo, por el que consiguió su segundo Oscar en el anonimato (el primero fue por Vacaciones en Roma). El autor de Johnny cogió su fusil y adaptador de Papillón vivió un auténtico calvario junto a su familia, pero lo hizo siempre con la dignidad bien alta, sin flaquear en sus convicciones y patriotismo, y rodeado afortunadamente de una familia que supo arroparlo y apoyarlo, especialmente su esposa (radiante Diane Lane) y su hija mayor (preciosa Elle Fanning), que siempre vio en su padre un referente. O a lo mejor no todo fue así, pero esa es la grandeza del cine, bien escrito y seguro como los guiones del propio Trumbo, que da igual cuánto maquille la realidad, lo importante es lo que transmita y cómo nos enriquezca. Huelga decir que ambientación, música y caracterización están a la altura. Estaremos pendientes del telefilm que Roach acaba de terminar con Cranston también como protagonista, All the Way, sobre el presidente Lyndon B. Johnson, que sucedió a Kennedy. Precisamente sobre el asesinato de éste como resultado de una conspiración diserta el último guión de Trumbo, Executive Action, veinte años antes de que lo hiciera Oliver Stone en JFK.
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