lunes, 2 de mayo de 2016

BRINDIS POR EL MAESTRANZA Y LA FELICIDAD INMENSA

Concierto extraordinario. Gala lírica. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Coro de la A.A. del Teatro de la Maestranza. María José Montiel, mezzo. Mariola Cantarero, soprano. Juan Pons, barítono. Pedro Halffter, director. Programa: Piezas de Wagner, Bizet, Lehár, Verdi y Puccini. Teatro de la Maestranza, sábado 30 de abril de 2016

Esto no es una crítica, es un brindis. La del sábado fue una noche de celebración y sólo así cabe entenderla. Para todo el equipo artístico y técnico del teatro que más satisfacciones nos ha brindado en los últimos veinticinco años, y para el público que se ha beneficiado por fin durante todo este tiempo de algo que tanta falta hacía en una ciudad que se quiere cosmopolita y civilizada como ésta. De ese público privilegiado que sabe apreciar la felicidad inmensa que aporta la música y la cultura en general, tantas veces menospreciada por una cada vez más obtusa y menos preparada clase política, más preocupada por el provecho propio y degenerado que por conseguir los objetivos para los que ese mismo público les otorga su confianza, y que no son sino lograr que cada vez más vivamos este extraño periplo existencial que supone la vida con mayores dosis de emoción, felicidad y sensibilidad.

La cultura no tiene más remedio que aflorar en nuestra vida desde muy temprana edad, para que los que ahora sólo somos unos cuantos privilegiados, acabemos siendo muchos, todos. Nada es comparable a la enorme satisfacción y la emoción pura que ofrece disfrutar de una buena sesión teatral, cinematográfica, literaria, artística o, como es el caso, musical. El sábado brindamos por esos veinticinco años no exentos de polémica y dificultades en esta tierra que parece no ser capaz de sobrevivir sin el reto continuo, la zancadilla y la incertidumbre sobre el futuro. La cultura es tan imprescindible como el alimento o el trabajo, es un derecho que nos hace más sensibles y a la vez fuertes frente a la adversidad, y nos ayuda a encarar la aventura de la vida con mayor seguridad y confianza.

Da igual que se trate de Beethoven, Mozart o Madonna, Rolling Stones o el recientemente fallecido Prince, la música no tiene más remedio que formar parte de nuestro día a día y ayudarnos a ser felices desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, y por supuesto mientras soñamos. De la que nos ofrece el Maestranza la selección propuesta por Halffter recorrió sabiamente estos veinticinco años de gozo lírico, de grandes montajes operísticos como no se disfrutaban en Sevilla desde los tiempos del demolido Teatro San Fernando, con ese milagro que es la Tetralogía wagneriana como eje central. Las poderosas y personales voces de Mª José Montiel, Mariola Cantarero y el insumergible y ya retirado Juan Pons, se unieron al atribulado Coro de la Asociación de Amigos del Maestranza, la espléndida sin paliativos Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y la batuta siempre entusiasta y exigente de Halffter para brindar con un publico una vez más representado en fieles incondicionales como J. Rafael Cabrera o Emilia Matute, que lució espléndida para la ocasión, como debíamos hacer todos y todas para rendir el respeto que merece este templo del placer inmenso. ¡Larga vida al Teatro de la Maestranza!.

2 comentarios:

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  2. Felicidades a este gran Teatro y mejor Orquesta. Ojalá, y lo digo con pena, dure muchos años más querido Juan José.

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