Brasil 2015 83 min.
Guión y dirección Felipe Matzembacher y Marcio Reolon Fotografía Joâo Gabriel de Queiroz Música Felipe Puperi Intérpretes Mateus Almada, Mauricio José Barcellos, Elisa Brites, Francisco Gick, Fernando Hart, Maité Felistoffa, Danuta Zaguetto, Irene Brietzke Estreno en el Festival de Berlín 6 febrero 2015; en Brasil 5 noviembre 2015; en España 22 junio 2016
Para su debut en la dirección de largometrajes, los jóvenes realizadores brasileños Felipe Matzembacher y Marcio Reolon parecen haberse basado en experiencias propias, en las que el peso de su amistad y sus ambiguas relaciones sentimentales parecen cobrar especial relevancia, dando como resultado un film más interesante en su planteamiento y resolución que en su entramado central. El viaje de un joven a las puertas de la madurez, al sur del país para resolver unos espinosos problemas de herencia familiar, se convierte a su vez en un viaje emocional e iniciático gracias al acompañamiento de su mejor amigo, quien esconde un secreto que se revelará en giro inesperado para el destino del protagonista. Lánguida y morosa, la película se pierde en miradas, posturas y una alarmante ausencia de argumento que la trasladan a un pozo anémico y falto de emociones. No hace falta decir que el combinado abusa de los ingredientes habituales, que son un tono perfumado de corte independiente, rostros y cuerpos angelicales, por supuesto caucásicos, nada de angelitos negros, ambientes acomodados con decoración fría y elegante en tonos nórdicos, y entre medio una especie de búsqueda de la propia identidad, traducida en el descubrimiento de las raíces y un inesperado resurgir sexual demasiado convencional y menos convincente. Entre sus posibles lecturas parece imponerse la aceptación del otro por encima de la propia, una premisa que debía haber dado como resultado un film más inquietante e incluso morboso.
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