USA 2018 118 min.
Guión y dirección Brad Bird Música Michael Giacchino Voces (en versión original) Craig T. Nelson, Holly Hunter, Sarah Vowell, Huck Milner, Catherine Keener, Eli Fucile, Bob Odenkirk, Samuel L. Jackson, Michael Bird, Sophia Bush, Brad Bird, Isabella Rossellini Estreno en Estados Unidos 15 junio 2018; en España 3 agosto 2018
Catorce años después de la primera gran aventura de esta familia de superhéroes animados, y con el sólo enlace del cortometraje Jack Jack ataca de por medio, en el que se daban las claves de cuál sería el personaje más emblemático de esta segunda entrega, así como cuál sería su arranque, Brad Bird y la factoría de John Lasseter recuperan al material original y nos lo entregan tan fresco y original como en aquella primera ocasión y como si no hubiera pasado el tiempo. Los increíbles 2 es tan divertida e ingeniosa como la primera parte, y nada impedirá a la ambiciosa Disney perpetrar una tercera parte en breve. Radiante en sus aspectos técnicos y entretenida de principio a fin, la película tiene su punto débil sin embargo en sus pretensiones políticas y sociales, por cuanto no alcanza a comprender el verdadero significado y alcance de la igualdad de género, que no consiste en un intercambio de roles, por sano que esto pueda parecer, ni mucho menos en resolver que madre no hay más que una. Y eso que todo su aparato publicitario lo ha volcado en destacar precisamente ese intercambio de roles domésticos. Pero por encima de estas consideraciones, y de que la empresa no añade moraleja ni enseñanza alguna que pueda ayudar a sus numerosas legiones de seguidores y seguidoras (otra ocasión perdida), no cabe duda de que nos encontramos ante una montaña rusa de primera categoría, cargada además de emoción, algo tan difícil de lograr hoy que la varita mágica de los efectos visuales se encarga de ensombrecer todo atisbo de realidad, y con diálogos y personajes tan descacharrantes como ese bebé casi jefazo Jack Jack ya aludido. El director de la poética El gigante de hierro prescinde aquí de todo lirismo a favor de la ingeniería no exenta de ingenio que ya celebró en Los increíbles y Ratatouille, mientras sus incursiones en imagen real, Misión imposible: Protocolo Fantasma y Tomorrowland sólo alcanzaron en comparación unos resultados discretos aunque dignos. Conseguir tanto tiempo después la complicidad de las mismas voces originales, incluidos unos recuperados Craig T. Nelson (Poltergeist) y Holly Hunter, además de su propia voz para la diseñadora inspirada en Edith Head y con aspecto de Linda Hunt, son otras virtudes que no podemos negar a Brad Bird, mientras celebramos un tímido apunte educativo, esta vez logro de la villanía, y que reza sobre la necesidad de creer en uno mismo, ser independiente y no confiar en que otros, sean superhéroes o una tecnología cada vez más vampira, nos protejan e incluso salven de las contingencias habituales.
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