USA-China 2018 113 min.
Dirección Jon Turteltaub Guión Dean Georgaris, Erich Hoeber y Jon Hoeber, según la novela de Steve Alten Fotografía Tom Stern Música Harry Gregson-Williams Intérpretes Jason Statham, Bingbing Li, Rainn Wilson, Ruby Rose, Winston Chao, Cliff Curtis, Robert Taylor, Masi Oka, Olafur Darri Olafsson, Shuya Sophia Cai, Page Kennedy, Jessica McNamee, Masi Oka Estreno simultáneo en Estados Unidos, China y España 10 agosto 2018
Hace años que nuestros cines han sustituido el cartel de Cerrado por vacaciones por una auténtica avalancha de películas destinadas a pulverizar la taquilla. La mayoría de estas cintas vienen anunciándose ya antes de su estreno como taquillazos, entre las que esta temporada se encuentran Jurassic World 2, Han Solo o Misión Imposible 6, por citar algunas; otras se convierten en éxito inesperado, como podría ocurrirle a esta nueva variante de escualo asesino, un ciclo inaugurado hace más de cuarenta años por Spielberg y nunca igualado, y del que hemos podido disfrutar de algunos títulos estimables como Deep Blue Sea, Open Water o la más reciente Infierno azul. Pero Megalodón, basada en una novela del presuntamente especialista en criaturas prehistóricas Steve Alten, se inspira no sólo en el clásico de los setenta sino en películas más delirantes de las últimas décadas como Bait, en la que un tsunami arrastra a un tiburón hasta un supermercado, Sharknado, donde una mutación hace volar a los tiburones, o Sky Sharks, protagonizada por tiburones zombies manipulados por nazis. Megalodón no es el primer tiburón prehistórico de dimensiones mastodónticas que surca nuestras pantallas; ya lo hicieron con pretensiones más humildes Jurassic Shark o Megashark. Pero sí supone un insólito esfuerzo por aunar fuerzas estadounidenses y chinas para poner en pie una delirante y muy refrescante película de aventuras submarinas que es capaz de combinar con acierto humor y desfachatez, los universos de Julio Verne, Spielberg y todas estas comedias de terror aludidas, y convertir la gran pantalla en un festín en el que lo de menos es el disparate de su propuesta argumental y sus giros de guión, o sus ridículos diálogos, tanto como las situaciones a las que se enfrenta el superhéroe e imprescindible Jason Stratham en un papel que podría relanzar su desvirtuada carrera. Todo un espectáculo no orientado al terror sino a la comedia y la aventura, algo que el director John Turteltaub está más que acostumbrado gracias a cintas como La búsqueda, o manejando con soltura y solvencia otros géneros en Instinto, Phenomenon, Mientras dormías o ese Ocean’s Eleven de geriátrico que fue Plan en Las Vegas. Y si toda esta lujuria de ataques letales, playas infestadas en las que se desata la histeria, barcos engullidos y luchas encarnizadas, se disfruta con la nueva tecnología 4XD que reproduce agua, viento, rayos y meneos desatados, todavía más y mejor la diversión prometida y cumplida, aunque se haya colado también la inevitable niña pedante de turno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario