Dirección Júlia de Paz Solvas Guion Nuria Dunjó y Júlia de Paz Solvas Fotografía Sandra Roca Música Martín Sorozábal Intérpretes Tamara Casellas, Leire Marín Vara, Estefanía de los Sanbtos, Manuel de Blas, Ana Turpin, Pablo Gómez-Pando, Chema del Barco, María Gregorio Estreno en el Festival de Málaga 4 junio 2021; en salas 16 julio 2021
Tras el escaso interés crítico que suscitó su primer largometraje, La hija de alguien, la joven directora barcelonesa Júlia de Paz aborda su segundo largo adaptando un corto que ella misma dirigió en 2018, en el que examina las vicisitudes y complicaciones que experimenta una joven madre a la deriva con una hija pequeña que más parece un estorbo que despertar su sobreentendido instinto maternal. Hay quienes piensan que se trata del retrato de una mala madre, otros sostienen que dinamita algunos de los tópicos más recurrentes de la maternidad, pero nosotros vemos en esta valiente película un retrato generacional en un país que lleva casi un siglo intentando levantar cabeza. En su película, de Paz nos cuenta la historia de Pepa, una joven sevillana que por alguna razón ha huido del hogar materno y vive a su suerte en Benidorm. El problema es que tiene una niña de seis años a la que se supone debe cuidar y educar, una responsabilidad que el posible padre no parece compartir y a la que la sociedad no le presta mucha atención. La cuestión es si pesa más la responsabilidad de una madre sola y perdida que la de un entorno supuestamente civilizado.
Pepa y Leila recorren las calles de una bulliciosa ciudad turística y costera cargando con sus miedos, sus limitaciones y un sentido de la maternidad que no parece haber cuajado, bien por edad, por esperar otras cosas de la vida o simplemente porque la falta de oportunidades no le permite ejercer de madre como se supone debiera. Cuarenta años de democracia tras otros cuarenta penosísimos de dictadura no han solucionado muchos de los problemas que nos acucian desde antaño, y el paro y la falta de oportunidades es una de las más alarmantes, inexplicable en una potencia económica que se jacta de pertenecer a las instituciones más importantes del mundo. En las formas la realizadora no asume papel de jueza alguna; Pepa no es la malísima madre que algunos se han apresurado a ver, tampoco es suficientemente responsable, como queda patente en sus primeras secuencias, pero tiene sentimientos, un pasado incierto y doloroso, un anhelo por sobrevivir y quién sabe si algunos sueños que una sociedad enferma y desestructurada no le permite alcanzar.
De todo esto es seguramente de lo que trata esta película que te sumerge inteligente y eficazmente en ese pesadumbroso ir y venir de la joven y su niña por un infierno del que no sabremos si el regreso a Sevilla le salvará. En Málaga su protagonista, Tamara Casellas, con apenas un par de trabajos irrelevantes a sus espaldas, logró el reconocimiento con la Biznaga de Plata, mientras los Feroz le entregaron al film el Premio Puerta Oscura.
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