100 DÍAS CON LA TATA Reflexión sobre la vejez en pleno confinamiento

España 2021 82 min.
Dirección Miguel Ángel Muñoz Guion Jorge Laplace y Miguel Ángel Muñoz Fotografía José David Montero Música Sergio Jiménez Lacima Documental Estreno 29 diciembre 2021

Miguel Ángel Muñoz es uno de esos jóvenes que con talento y mucho esfuerzo consiguen los retos que se proponen, a pesar de lo cual no llegan a ser lo relevantes que pretenden. Se convirtió en convincente bailarín de la nada para protagonizar Un paso adelante, la serie de Antena 3 que le dio a conocer, y ganó el primer Master Chef Celebrity sin aparentemente haber frito un huevo con anterioridad. En este su primer trabajo como director deja claro en su primer tramo su talante inquieto y en permanente movimiento, practicando todo tipo de deportes y actividades de cualquier índole. Del mismo modo da un par de pinceladas sobre la vida de su tata, la hermana de su bisabuela, apenas una mujer cuya felicidad quedó truncada por una madre delicada que necesitaba de continuos cuidados, y que ejerció como limpiadora doméstica para ganar un sustento que ahora se traduce en una pensión de mera supervivencia. Todo eso encaminado a justificar una relación de largo entre la anciana y el joven intrépido que se traduce en un intento de película-declaración de amor y que cristaliza merced a la pandemia en esos cien días juntos de autoconocimiento y cuidados intensivos, confinados en apenas treinta y cinco metros cuadrados.

Muñoz es novel y se nota, su película no puede evitar caer en algunas pérdidas de ritmo e interés, pero funciona como recipiente que llenar con interesantes reflexiones sobre esa enfermedad llamada vejez a la que medicina y sociedad apenas ponen remedio. La pensión aludida, la soledad, la precariedad en el trabajo de cuidadores y cuidadoras, siempre de nacionalidad extranjera, la especulación inmobiliaria, la falta de compromiso y atención hacia nuestros mayores… todo un universo de problemática conjugación al que miramos de reojo como si no fuera con nosotros y nosotras, olvidando convencernos de que la muerte nos llegará, y antes pasaremos por la penuria de la vejez.

Muñoz no duda en exhibirse a gusto en este su primer trabajo como director, sacando a relucir algunos de sus trabajos apenas conocidos dentro de nuestras fronteras, como una serie británica sobre Ben Hur o una película reciente junto a Sharon Stone, pero sobre todo fija su atención en su adorada Luisa Cantero, con quien comparte momentos muy emotivos y sentimentales, a pesar de que a menudo parezca caer en la impostura o la situación preparada con apariencia de improvisada. Hablar en primera persona sobre la muerte dignifica a su protagonista, mientras al nieto realizador lo hace reconocer su flaqueza y su rendición física y mental ante lo complicado que resulta hacerse cargo de alguien tan necesitada de cuidados. Su sincero y cálido trabajo le reportó el premio al mejor documental en los Premios Forqué, en cuya anterior edición ya adelantó este valioso reportaje.