Dirección Lone Scherfig Guion Walter Salles, Rafa Russo e Isabel Coixet, según la novela de Hernán Rivera Letelier Fotografía Daniel Aranyó Música Fernando Velázquez Intérpretes Sara Becker, Bérénice Bejo, Antonio de la Torre, Daniel Brúhl, Alondra Valenzuela, Francisco Díaz, Mario Horton, Max Salgado, Ariel Mataluna, Pablo Schwarz, Luis Dubó Estreno en el Festival de Toronto 11 septiembre 2023; en España 27 octubre 2023
No hemos podido celebrar mejor el reencuentro con el emblemático y remozado Cine Cervantes de Sevilla que viendo una película cuyo leit motiv es escribir una carta de amor al cine como catalizador de emociones y remedio para el espíritu. Lástima que el producto final no encuentre el rumbo esperado y quede como una mera sucesión de personajes y situaciones, algunas francamente divertidas, en torno a una familia que a finales de los sesenta del siglo pasado vive y padece en una pequeña localidad en el desierto de Atacama, en Chile, construida alrededor de una mina de salitre como cobijo para sus trabajadores y familias. El arte en general, y el cine en particular, sirve a sus moradores como entretenimiento y esperanza de una vida mejor, gracias al cine local en el que se proyectan clásicos de todas las épocas, casi siempre americanos y extremadamente populares.
La réplica española e iberoamericana al Cinema Paradiso italiano de hace casi treinta y cinco años padece los mismos defectos que atisbábamos en ella, concentrados en la ansiedad de generar unas emociones y unos sentimientos que apenas emergen más que del guion, escrito en este caso con la colaboración de dos cineastas reputados, Isabel Coixet y el brasileño Walter Salles. Falta una mayor dosis de rigor en la ambientación y en la gravedad de las situaciones denunciadas, mientras los personajes deambulan a veces sin saberse mucho ni de ellos ni de su curso existencial. Con todo, su suntuosa puesta en escena y la buena mano de su realizadora, la danesa Lone Scherfig con quien tanto disfrutamos en la cinta Dogma Italiano para principiantes y que nos presentó a Carey Mulligan en la estimable Una educación, capaz aquí de tejer algunas escenas costumbristas de interesante relieve, logran un film correcto y definitivamente bonito que gustará a quienes no sean muy exigentes y logren emocionarse con el compendio de buenos sentimientos, nostalgia familiar y referencias cinéfilas que la película propone.
Los esfuerzos de un Antonio de la Torre con esmerado acento chileno y de Bérénice Bejo y Daniel Bruhl recuperando su castellano nativo, no consiguen rivalizar con la frescura de la protagonista, la joven chilena Sara Becker, mientras la delicada banda sonora de Fernando Velázquez consigue ilustrar sin aspavientos ni excesos sentimentales los emotivos episodios que conforman un discurso narrativo disperso y en determinados aspectos discutible.
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