sábado, 30 de marzo de 2024

ROAD HOUSE. DE PROFESIÓN: DURO Una de mamporros y poco más

Título original: Road House
USA 2024 114 min.
Dirección
Doug Liman Guion Anthony Bagarozzi y Charles Mondry, según el guion original de Hilary Henkin y David Lee Henry Fotografía Henry Braham Música Christophe Beck Intérpretes Jake Gyllenhaal, Billy Magnussen, Daniela Melchior, Conor McGregor, Lukas Gage, Joaquim de Almeida, Jessica Williams, B.K. Cannon, Dominique Columbus, Austin Post, Darren Barnet Estreno en Amazon Prime 21 marzo 2024

Un desconocido Rowdy Herrington dirigió en 1989 Road House 
a la mayor gloria de Patrick Swayze. La mala acogida de la cinta por parte de la crítica provocó que el director quedara relegado a una serie B permanente, con cintas tan mediocres como Gladiator (olvidada película de boxeo de igual título que la epopeya que Ridley Scott rodó ocho años después) y Persecución mortal, improbable film de acción y seducción con Bruce Willis y Sarah Jessica Parker como protagonistas. Pero aquel drama de acción sobre un experto en seguridad contratado para poner orden en un bar y de paso en toda una comunidad dominada por un mafioso sin escrúpulos ni compasión, tenía suficientes encantos como para lograr un buena cifra en taquilla y, con el paso de los años, convertirse en un film de culto que ahora disfruta del consabido remake de la mano de Doug Liman, un experto en cine de acción que ha cosechado éxitos como Barry Seal: El traficante, Al filo del mañana, El caso Bourne o Sr. y Sra. Smith, aunque sus arranques (Swingers) prometieran otro tipo de cineasta más comprometido y serio.

Pero los tiempos cambian y nuestra inocencia se ha ido perdiendo paulatinamente, de forma que todo el encanto que tenía aquel modesto film de 1989, incluida una banda de country rock que amenizaba la acción con un buen puñado de canciones, y un romance previsible que añadía amabilidad a la cinta, sin olvidar su moraleja y ajuste de cuentas un poco a lo Frank Capra con solidaridad y colaboración entre los humillados empresarios del lugar, han dado paso a un film de acción pura y dura, con héroe protagonista naturalmente atormentado (también Swayze lo estaba, pero de otra forma, no con gesto taciturno y pose indiferente como el que luce Gyllenhaal) y una trama que conduce inevitablemente al gran duelo final con el luchador profesional irlandés Conor McGregor en su debut como actor después de protagonizar dos documentales sobre su figura.

Mientras Gyllenhaal se mantiene más recatado que Swayze, McGregor se encarga de suplir ese puritanismo con una buena dosis de exhibición física. Por lo demás, asistimos a la sempiterna descarga de adrenalina a fuerza de una buena coreografía y un rodaje plagado de efectos técnicos y fotográficos de auténtico vértigo, mientras el resto, incluida la alarmante falta de definición del reparto, no logra insuflar demasiado interés.

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