Guion y dirección Celia Rico Clavellino Fotografía Santiago Racaj Intérpretes María Vázquez, Adriana Ozores, Aimar Vega, Miguel Ángel González, Camille Figuereo, David Aguilar Estreno en el Festival de Málaga 4 marzo 2024; en cines 8 marzo 2024
La vida cuesta. Encontrar el impulso que nos haga levantarnos cada mañana con ilusión está a disposición de una minoría. A veces los pequeños traumas, las pequeñas miserias pesan mucho para afrontar la rutina en la que la mayoría hemos convertido nuestra vida. Después de sacar brillo a Lola Dueñas y Anna Castillo en su ópera prima, Viaje al cuarto de una madre, con un retrato áspero y a la vez conmovedor de una madre anclada en las costumbres de un pueblo y su hija más abierta al horizonte, la sevillana Celia Rico consigue mejorar todavía más aquella delicada película con otra relación materno filial, esta vez aún más sutil y aparentemente sencilla si cabe.
En su guion y su realización no parece estar contando mucho, de hecho apenas hay argumento, y todas las personas que vamos a verla lo conocemos de antemano. Una mujer de avanzada edad vive sola en su casa de campo, sufre un pequeño accidente y necesita la ayuda de su hija entrada en los cuarenta, que debe sacrificar sus vacaciones de verano para prestar la atención debida a su progenitora, con la que hace tiempo que apenas tiene un roce continuado. A partir de aquí asistimos a una serie de emociones y sensaciones, fáciles de distinguir y de compartir, que nos lleva a preguntarnos por las decisiones tomadas, la necesidad de compartir o no nuestra vida con otros seres queridos, las relaciones a distancia, siempre tan difíciles, a las que nos unimos con lo que sea, una playlist por ejemplo... Tantos y tantos ingredientes que nos hacen preguntarnos por nuestra razón de existir, hasta entender que el roce y la relación pueden limar asperezas y descubrir que a veces esa razón que buscamos la tenemos cerca, y que hay amores que desde luego nunca decepcionan, y decisiones que en muchas ocasiones responden al corazón más que a la cabeza, y no nos queda más remedio que asumir sus consecuencias.
Todo esto lo explica Rico en un contexto de mujeres independientes, magistralmente interpretadas por una contenida María Vázquez y una contundente Adriana Ozores merecidamente premiada en Málaga. Mujeres afortunadamente lejos de aquellas mal consideradas heroínas de antaño que se empeñaban en mostrar a la mujer como un ser sacrificable y sometida a la supremacía masculina. Pero son tambén mujeres frágiles y vulnerables, algo que no escapa del alcance también de los hombres.
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