USA 2012 128 min.
Dirección Rupert Sanders Guión Evan Daugherty, John Lee Hancock y Hossein Amini,
a partir del cuento de los Hermanos Grimm Fotografía Greig Fraser
Música James Newton Howard Intérpretes Kristen Stewart, Charlize Theron,
Chris Hemsworth, Sam Claflin, Sam Spruell, Bob Hoskins, Toby Jones, Nick Frost,
Ian McShane, Ray Winstone, Brian Gleeson, Eddie Marsan, Johnny Harris,
Vincent Regan, Noah Huntley, Liberty Ross, Lily Cole, Rachael Stirling
Estreno en España 1 junio 2012
Resulta sorprendente que los productores de esta película hayan confiado su multimillonaria inversión en un director absolutamente novato en cualquier disciplina cinematográfica. Tan sólo se le conoce como realizador publicitario, aunque en esta categoría está muy considerado, y eso se nota en el olor a perfume que expiden muchas de sus secuencias. De cualquier forma la empresa les ha salido redonda, porque guionistas y director han conseguido refundir universos tan reconocibles como Harry Potter, El señor de los anillos y Las crónicas de Narnia, con detalles de Juana de Arco, la reina Elizabeth y su romance con el Conde de Essex, e iconografías medievales que no veíamos casi desde las aventuras a todo color de Ivanhoe, Quintín Durward y Los caballeros del Rey Arturo. Y todo para adaptar el inmortal cuento de los hermanos Grimm desde una óptica novedosa pero sin traicionar en esencia su argumento, ahora que se cumplen doscientos años de la primera publicación de un cuento suyo. Pero la nueva Blancanieves es una mujer fuerte y decidida, que apenas necesita el apoyo de los hombres y mucho menos un beso de amor para volver a la vida. Se trata de un líder capaz de enfrentarse a la injusticia, coger las armas para liberar a su pueblo de la maldad de unos gobernantes miserables y despreciables. Vamos, prácticamente lo que necesitamos hoy en día para parar todo el atropello que estamos soportando y el que nos queda por sufrir. Y todo esto se nos cuenta con un evidente sentido del ritmo y la narrativa, una buena estructura dramática y unas solventes interpretaciones, especialmente Charlize Theron, pero también Chris Hemsworth, que se revela en algún momento aislado como perfecto aspirante a protagonizar algún drama shakespeariano, y los increíbles enanos, incorporados por un granado elenco de actores británicos convenientemente transformados por maquillaje y efectos visuales para la ocasión. Visualmente el film es extraordinario, con soluciones plásticas que evidencian el buen gusto de su realizador, haciendo especial hincapié en texturas oscuras y siniestras, y aprovechando el esplendor de paisajes naturales mezclados con espectaculares diseños de producción. Por todo ello la experiencia de revivir el cuento de la princesa de piel blanca como la nieve, labios rojos como la sangre y pelo negro como el azabache, se convierte cuanto menos en una satisfacción.
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