USA 2015 137 min.
Dirección Daniel Espinosa Guión Richard Price, según la novela de Tom Rob Smith Fotografía Philippe Rousselot Música Jon Ekstrand Intérpretes Tom Hardy, Gary Oldman, Noomi Rapace, Joel Kinneman, Jason Clarke, Vincent Cassel, Fares Fares, Paddy Considine, Dev Patel, Charles Dance, Tara Fitzgerald Estreno en Estados Unidos 17 abril 2015; en España 19 junio 2015
El realizador sueco de origen chileno Daniel Espinosa saltó del cine escandinavo al americano en 2012 con Safe House (El invitado), un thriller de acción protagonizado por Denzel Washington y Ryan Reynolds. Ahora se encarga de la adaptación de la primera entrega de novelas sobre la Guerra Fría y el Stalinismo que han hecho famoso a Tom Rob Smith (las otras dos son The Secret Speech y Agent 6). Para ello ha contado con la inestimable ayuda del escritor Richard Price, autor de novelas como The Wanderers y Bloodbrothers, llevadas al cine respectivamente con los títulos castellanos de Las pandillas del Bronx y Stony, sangre caliente, primer papel protagónico de Richard Gere. Price a su vez es el guionista de títulos como El color del dinero de Martin Scorsese, Clockers de Spike Lee (basada en su propia novela) y Rescate de Ron Howard. Estas credenciales sin embargo no han sido suficientes a la hora de plasmar en pantalla las aventuras del agente Leo Demidov en la que se nos antoja una película fallida, con momentos interesantes pero un recorrido demasiado artificioso y epidérmico como para resultar convincente. Puede que sobre el papel la historia sea tan absorbente como se pretende, pero en imágenes muchas de sus premisas resultan infantiles y pueriles, con secuencias tan ridículas como la pelea en el tren y resoluciones de la trama terriblemente facilonas. Espinosa acierta en imbuir al relato de un clima asfixiante, si bien es el veterano director de fotografía Philippe Rousselot quien mejor logra ese ambiente opresor que se intenta recrear, el de la crueldad y la represión ejercida por el régimen stalinista durante los años más dramáticos de la Unión Soviética. Lástima que el análisis se reduzca a dividir los personajes entre muy malos (Vincent Cassel, Joel Kinneman, actor sueco que protagonizó Dinero fácil, también de Espinosa) y buenos (un incorruptible, indestructible, íntegro y sentimental Tom Hardy y su esposa, la inexpresiva Noomi Rapace, también sueca). Disparate tras disparate, como esas terribles heridas que se curan solas, el film entretiene pero no convence; traza un paisaje indefinido y poco riguroso del verdadero terror sufrido en el lugar y la época, y tampoco funciona satisfactoriamente como thriller sobre psicópata asesino, si bien logra plasmar un ambiente triste e indignante. Unos recortes suprimiendo episodios innecesarios y aligerando su metraje le hubieran sentado bien.
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