USA 2017 119 min.
Fotografía y dirección Steven Soderbergh Guión Rebecca Blunt Música David Holmes Intérpretes Channing Tatum, Adam Driver, Farrah Mackenzie, Riley Keugh, Daniel Craig, Katie Holmes, Charles Halford, Seth MacFarlane, Jack Qauid, Brian Gleeson, Dwight Yoakam, Hilary Swank, David Denman, Alex Ross Estreno en Estados Unidos 18 agosto 2017; en España 12 octubre 2017
Para su regreso al cine, después del exitoso telefilm Behind the Candelabra y tras cuatro años de inactividad y un anuncio de retirada del que ahora se retrae, Soderbergh vuelve al género que más rédito le dio, el de grandes atracos en tono de comedia. Pero si en la serie de los Ocean el golpe lo daba un grupo de sofisticados ladrones de guante blanco en los grandes casinos de Las Vegas, la ambientación se traslada ahora a esa América profunda tan querida por él y sus compañeros de generación, los Coen. Y entre gente sencilla estafada por el sistema, pérdidas de identidad y de moral, refugio en concursos de belleza para niñas condenadas a perder la inocencia antes de tiempo, y canciones destinadas a levantar el espíritu de orgullo perdido, dos hermanos y una hermana se disponen a dar el golpe del siglo en una de esas horteras carreras de coche que tanto dinero y vulgaridad mueven en el país de la hamburguesa y las palomitas de maíz. Channing Tatum, a quien Soderbergh es seguramente el director que más oportunidades le ha dado para demostrar su valía como actor (Indomable, Magic Mike), se pone a la cabeza de un reparto con muchas estrellas, para exhibir las miserias del país en tono jocoso, con un inexpresivo y precisamente por ello divertido Adam Driver a la zaga, y un guión que firma según parece un o una anónimo bajo seudónimo, y que juega constantemente con el factor de la probabilidad para trazar un plan descabellado y a todas luces imposible con el que desvalijar la caja de una de esas mastodónticas carreras. El ejercicio da para reír, disfrutar con su inacabable sucesión de ocurrencias, sus disparatados personajes y ese ambiente country que refleja, pero en el camino fracasa por la propia imposibilidad de lo que plantea, su desconcertante falta de ingenio y la sensación de no tomarse demasiado en serio. A pesar de ello, destaca su tendencia a destacar la grandeza del ser humano corriente, la solidaridad estilo Frank Capra, y la devolución de identidad a un pueblo sufrido, perdido entre políticos de pacotilla y empresarios voraces. Y así se agradece que con todos estos ingredientes ofrezca un espectáculo divertido y variopinto, en el que sobresalen intervenciones hilarantes como la de Daniel Craig, o tan estimulantes como la de Hilary Swank.
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