domingo, 1 de mayo de 2022

DOWNTON ABBEY: UNA NUEVA ERA Ideal para gente enamorada

Título original: Downton Abbey: A New Era
Reino Unido 2022 125 min.
Dirección
Simon Curtis Guion Julian Fellowes Fotografía Andrew Dunn Música John Lunn Intérpretes Michelle Dockery, Maggie Smith, Tuppence Middleton, Hugh Dancy, Elizabeth McGovern, Hugh Bonneville, Dominic West, Robert James-Collier, Laura Haddock, Allen Leech, Imelda Staunton, Joanne Froggatt, Samantha Bond, Laura Carmichael, Raquel Cassidy, Sophie McShera, Penelope Wilton, Phyllis Logan, Jim Carter, Lesley Nicol, Brendan Coyle, Jonathan Coy, Kevin Doyle, Michael Fox, Sue Johnston, Harry Hadden-Patton, Nathalie Baye, Jonathan Zaccaï, Fifi Hart, Charlie Watson Estreno en Reino Unido y España 29 abril 2022

Repasando lo que ya dijimos de la anterior entrega cinematográfica de esta icónica serie televisiva, y primera en adaptarse al gran formato, comprobamos que las impresiones que nos causaron esa suntuosa adaptación son las mismas que nos ha suscitado esta continuación con la que parece ser se pretende dar por terminada la saga que combina hábil y magistralmente títulos tan emblemáticos como Arriba y abajo, Retorno a Brideshead y Gosford Park. Pero aquí la cantidad de personajes convocados es de récord, dedicándose además prácticamente a todos y todas un espacio considerable, más generoso o más reducido. El escenario se abre además a la siempre hermosa y luminosa Costa Azul, y en la trama la coyuntural visita real a la mansión de los Grantham se sustituye por la más atractiva de una troupe de cine mudo, comandada por un romántico director, que protagoniza junto a la nueva jerarca de la casa una historia de amor presidida por el respeto y la delicadeza, como todo el conjunto.

Un galán estilo Clark Gable, al que el ingenioso y cinéfilo guion le ajusta unas significativas cuentas, y una starlette prácticamente sacada del personaje de Jean Hagen en Cantando bajo la lluvia, son otras de las estimulantes incorporaciones de un reparto de auténtico lujo y mayor disfrute, en el que también destaca Nathalie Baye en el personaje quizás más antipático de una función en la que todo está tocado por la elegancia y la exquisitez británica, y que nos hace extrañar mucho la integración del Reino Unido en esta Europa que sin ellos ha quedado algo desmembrada. Hay también guiños a Bernard Shaw y su Pigmalión más tarde inmortalizado en My Fair Lady, mientras el extraordinario trabajo de los protagonistas, la inocencia con la que están retratados sus personajes y situaciones, tan propia de una época que supuso el inicio de la paulatina pérdida de ingenuidad del mundo hasta llegar a nuestros días, y ese humor inteligente tan del gusto británico, y que de nuevo regala las mejores frases a la impagable Maggie Smith, incluida su despedida de auténtico libro, hacen de esta película, lujosa, sentimental y luminosa, un auténtico disfrute para todos los sentidos.

Hoy que tan difícil se hace ver cine clásico, esta es una óptima oportunidad para reencontrarse con un estilo que parecía perdido, y se nota hasta en su elaborada y clásica banda sonora, en la que además destacan los números desgranados en una de esas fiestas tipo Gran Gatsby que tanto echábamos de menos. La operación de maridar aristocracia y estrellas de cine, con un ingenioso guiño al paso del cine mudo al sonoro y la magia del séptimo arte para convertir aristócratas en plebeyos y viceversa, podía resultar empalagosa o fuera de moda, sin embargo resulta espléndida, estimulante y tan atractiva para quienes siempre se han sentido atraídos por el papel couché. Pero no solo a ellos y ellas va dirigida esta película de nuevo escrita por el creador de la serie y ahora dirigida por el artesano Simon Curtis (Mi semana con Marilyn, La dama de oro, Adiós, Christopher Robin), sino sobre todo a la gente enamorada, sea de otra persona, del cine o de la vida misma.

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