lunes, 2 de mayo de 2022

EL MUNDO DE AYER Como un huevo a una castaña

Título original: Le monde d’hier
Francia 2022 89 min.
Guion y dirección
Diastème, según la novela de Stefan Zweig Fotografía Philppe Guilbert Música Valentine Duteil Intérpretes Léa Drucker, Denis Podalydès, Alban Lenoir, Benjamin Biolay, Emma de Caunes, Jacques Weber, Thierry Goddard, Jeanne Rosa, Frédéric Andrau, Yannick Renier Estreno en Francia 30 marzo 2022; en España 29 abril 2022


Bajo el peculiar nombre de Diastème se esconde un director que parece estar saludablemente obsesionado con el peligro que supone para el mundo el regreso de la extrema derecha al panorama político y social, como refleja su anterior film, Sangre francesa, protagonizado por Alban Lenoir, aquí responsable de la seguridad de la protagonista, una Lèa Drucker muy contenida e incluso hierática. En su país acaban de celebrarse unas elecciones que a punto han estado de dar la victoria a la representante de esa corriente antisocial y represiva, por lo que no puede resultar más puntual el estreno de esta película basada tan libremente en las memorias de Stefan Zweig reflejadas en su libro El mundo de ayer, que cas diríamos que la cinta se parece a la novela lo que un huevo a una castaña.

Sirve solo como pretexto para denunciar ese miedo al advenimiento de un nuevo orden que suponga una regresión en todos los aspectos de la sociedad del bienestar que se traduce no solo en políticas económicas desarrollistas sino en la consolidación de derechos y libertades que tanto han costado reivindicar y conseguir. En la película una presidenta de la República de izquierdas teme que las inminentes elecciones las gane la extrema derecha al haberse filtrado un escándalo de corrupción que afecta al nuevo candidato a la presidencia por su partido. La diatriba le lleva a tomar drásticas decisiones, a la vez que provocan una situación de desasosiego y ansiedad a su secretario de estado, magníficamente interpretado por Denis Podalydès, que a la postre se perfila como único referente del propio Zweig en tan intrincada trama, lo que quizás justifique su poco convencional y forzado desenlace.

El ambiente es sobrio y considerablemente elegante, las interpretaciones ajustadas y los diálogos contienen trazas interesantes, aunque una vez más se trate a las minorías como apestados susceptibles de las más intolerables represiones. Pero el conjunto resulta confuso y a menudo inexplicable, todo lo contrario de lo que cabe pedir a un producto como este, que reivindica la libertad y la justicia por encima de estigmas y amenazas que puedan acabar con los logros del pasado, lo que por otro lado sirve de justificación a otro aspecto forzado de la cinta, la relación entre la protagonista y su hija, algo indigesta e inoportuna salvo por explicar la importancia de dejar a las nuevas generaciones un mundo aseado y en progreso, jamás en regresión. Cabe al final preguntarse qué es mejor, si la corrupción política o la amenaza fascista, y si hay que elegir algunos lo tenemos claro.

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