Dirección Joseph Kosinski Guion Ehren Kruger, Eric Singer y Christopher McQuarrie, según los personajes creados por Jim Cash y Jack Epps jr. Fotografía Claudio Miranda Música Hans Zimmer, Harold Faltermeyer, Lady Gaga y Lorne Balfe Intérpretes Tom Cruise, Miles Teller, Jennifer Connelly, Jon Hamm, Glen Powell, Ed Harris, Val Kilmer, Lewis Pullman, Charles Parnell, Bashir Salahuddin, Monica Barbaro, Jay Ellis, Danny Ramirez Estreno en el Festival de Cannes 18 mayo 2022; en España 26 mayo 2022; en Estados Unidos 27 mayo 2022
Con ayuda de dos colaboradores habituales, el realizador Joseph Kosinski, que lo dirigió en Oblivion, y el guionista Christopher McQuarrie, que después de ganar el Oscar por Sospechosos habituales, se hizo responsable de los libretos de Valquiria, Al filo del mañana, Jack Reacher y algunos episodios de la saga Misión Imposible, incluida la próxima a estrenarse, Tom Cruise le ha quitado el polvo a uno de sus primeros y mayores éxitos de los ochenta, Top Gun, uno de esos blockbusters que tanto animaron las pantallas de aquella gloriosa década y tanta leyenda crearon a su alrededor. Aquella era una película sencilla, plagada de testosterona, situaciones y comentarios machistas, y escenas de acción resueltas con un nivel técnico algo por debajo de la media de entonces, que supuso además el lanzamiento de un estilo de hacer cine de acción, el que cultivaron el director Tony Scott y los productores Jerry Bruckheimer y Don Simpson.
Los tiempos cambian y Cruise sabe adaptarse a ellos, otorgando dignidad a la mayoría de los productos que protagoniza y, como en este caso, produce. El resultado es una considerable disminución del componente machista, con una mayor atención en valores como el trabajo en equipo, el sentido de la amistad, la educación de las nuevas generaciones y, sobre todo, la responsabilidad. En este sentido incluso la anécdota romántica enlaza con ese sentimiento de responsabilidad que el astro se empeña en desarrollar en esta película que, como no podía ser menos, mejora cuando se convierte en espectáculo circense, con batallas aéreas frente a un enemigo inventado con el fin de evitar susceptibilidades y rebajar el sentido patriótico de la función.
Con todo vuelve a sorprendernos que en su guion intervengan tantas manos, teniendo en cuenta la baja calidad de sus diálogos y la previsibilidad de su desarrollo, siguiendo patrones mil veces utilizados. La indismulada intención de entroncar con la película de 1986 se hace patente desde sus títulos de crédito y la reutilización de la música de Faltermeyer y la canción de Kenny Loggins, aunque en los treinta y cinco años transcurridos se han quedado en el camino Kelly McGillis, incapaz de incorporarse al nuevo reparto por su estado físico, y por extensión la canción ganadora del Oscar Take My Breath Away, que funcionaba como tema de amor entrambos. Treinta y cinco años dan para mucho y contar ahora con un amor emplazado en ese período ha ayudado a solventar el problema. Por otro lado Val Kilmer es objeto de un merecido homenaje, apareciendo sin complejos en el delicado estado de salud en el que se encuentra en la actualidad. Finalmente, a sus casi sesenta años, Cruise representa la última esperanza para encontrarnos con héroes románticos mucho más maduros de la media habitual y salir airoso.
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