miércoles, 28 de marzo de 2012

LA ORQUESTA DEL CONSERVATORIO Y LA UNIVERSIDAD CONFIRMA CON BRUCKNER SU COMPROMISO Y RESPONSABILIDAD

Lo que más le urge a esta joven formación sinfónica es encontrar un nombre adecuado, porque con el nivel que exhiben ya va siendo hora de ampliar horizontes y darse a conocer en otros ámbitos. Aunque nos habían sorprendido en sus anteriores únicos tres conciertos, atreverse con Bruckner, y nada menos que con la monumental y mastodóntica Sinfonía Nº 8, no ofrecía apenas garantías de éxito. Y sin embargo de nuevo lo hicieron… maravillarnos por cuarta y definitiva ocasión.

Hace falta mucha madurez, análisis, reflexión y trabajo infatigable para enfrentarse a una partitura en la que su autor planteó tantas cuestiones acerca de la verdad divina y la lucha del hombre por encontrarla y revelarla, con todas sus derrotas y anhelos. Naturalmente la interpretación de la juvenil orquesta no atinó en todos estos planteamientos, pero se acercó mucho y de manera bastante satisfactoria. Al margen de la emoción que suscita - no nos cansamos de repetirlo - ver a esta juventud alternativa, responsable y comprometida, que trabaja duro y se empeña a fondo, no podemos sino reverenciar a Juan García Rodríguez por llevar esta empresa a tan buen puerto, extrayendo tanta energía, fuerza y entusiasmo en cada una de las secciones del conjunto.

Tras un primer movimiento más epidérmico que profundo, los dos centrales fueron sensacionales en sus arrebatos y silencios, logrando un extraordinario trabajo contrapuntístico, y con un adagio conmovedor gracias a un trabajo sensible y muy disciplinado del numeroso elenco. Aunque más matizado que ruidoso, la batuta infló considerablemente los fortissimi del finale, pero siempre desde una sinceridad absoluta y sin apenas desfallecer. Por supuesto que hubo caídas de tensión, desajustes y falsas entradas, pero primó la excelencia, muy perceptible por ejemplo en el caso de los timbales y las trompas, lográndose mantenernos atentos durante toda una hora y cuarto de gloriosa música. Alguien con suficiente influencia debería ir tomando nota para que esta incipiente orquesta vaya trascendiendo del ámbito local.

Crítica publicada en El Correo de Andalucía el 29 de marzo de 2012

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