USA 2012 105 min.
Dirección Ramin Bahrani Guión Hallie Elizabeth Newton y Ramin Bahrani Fotografía Michael Simmonds Música Dickon Hinchliffe Intérpretes Dennis Quaid, Zac Efron, Kim Dickens, Heather Graham, Clancy Brown, Chelcie Ross, Maika Monroe, Ben Marten Estreno en España 7 febrero 2014
El director norteamericano de origen iraní Ramin Bahrani ha paseado sus films (Un café en cualquier esquina, Chop Shop y Goodbye Solo) por diversos festivales, generando cierta admiración. Ésta su última película hasta el momento estuvo en la sección oficial del Festival de Venecia de 2012. Bajo la apariencia de un film corriente sobre una familia de empresarios agrícolas en Iowa, con varios tópicos sobre la cultura americana como ingredientes de un aparatoso drama familiar, se esconde una cinta muy crítica con el país y su bandera de las barras y estrellas. De hecho hay una secuencia muy significativa en la que el público asistente a una carrera de coches canta con enorme orgullo en su expresión el himno norteamericano, muchos de ellos escondiendo temperamentos miserables y secretos inconfesables. Bahrani analiza con mucho cuidado y gran presteza los cimientos de una nación orgullosa que se alza especialmente sobre un solo ídolo: el triunfo. Dice que preparando el film le llamó la atención cómo en la comunidad agrícola del Estado se repetía incesantemente frases como “Progresa o muere” o “Si no lo consigues, estás fuera”. La cultura y la educación basada en unos principios tan poco morales como avasalladores genera frustración y rabia, y ésta a su vez puede provocar consecuencias impredecibles. No hay redención para sus miserables pobladores, sean padres de familia ambiciosos y sin escrúpulos, hijos envidiosos y frustrados o madres tolerantes hasta la náusea y manipuladoras hasta la conveniencia, siempre con el espíritu conservador: es mi familia y que nadie la toque. Para poner en escena tan delicado material se necesita una realización firme, una estructura intencionada y buenas interpretaciones, a pesar de lo cual Bahrani va camino de correr la misma suerte que James Gray, muchos reconocimientos críticos pero poca valoración en taquilla. Una lástima, porque el joven Zac Efron está eligiendo sus trabajos con mucho tacto artístico y, como el resultado comercial siga por el mismo camino, va a terminar como Matthew McConaughey, haciendo bodrios taquilleros hasta que aparezca el papel de su vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario