Juan Pérez Floristán |
Hacía mucho que no recordábamos un concierto de la Sinfónica, ni siquiera un espectáculo del Maestranza, programado en plena Feria de Abril; un gesto que celebramos y ayuda a potenciar el esplendor de una ciudad que estos días luce más radiante que nunca. Y para hacerlo nada mejor que unos intérpretes aún más jóvenes que el propio teatro, en plena efervescencia de su madurez, como las flores, los colores y los aromas que impregnan la belleza de esta cálida estación.
Programar juntos a Rachmáninov y Chaikovski no es precisamente el colmo de la originalidad, pero siempre constituye un placer acercarse al hermosísimo Concierto nº 2 del primero, de la misma forma que lo es redescubrir la menos popular de las sinfonías del autor de El lago de los cisnes. Con sólo veintiún años y una carrera apoyada sobre los cimientos de este coliseo, Floristán se enfrentó a uno de los conciertos favoritos de intérpretes y público con la confianza y la seguridad que la partitura requiere, dando buenas muestras de dominio técnico y melódico, si bien faltó mayor delicadeza y profundidad en los pasajes más líricos. Viotti levantó una arquitectura sólida y robusta a su alrededor, pero tan exuberante que ahogó al pianista en los momentos más apasionados.
Lorenzo Viotti |
No obstante, como artífice en solitario del éxito de la Sinfonía nº 3 de Chaikovski, el joven director de origen suizo ofreció una soberbia lectura de la partitura, enérgica y alegre, rica en contrastes y, lo que es mejor, logrando una visión de conjunto bien planteada y ensamblada de una pieza criticada más bien por su disparidad. Una marcha inicial dinámica y al galope, un vals delicado y expresivo, un andante lleno de intenso lirismo, un scherzo inquieto y fluido, hasta llegar a un final apasionado y brillante, dieron como resultado una ejecución sensacional de la pieza, con implicación entusiasta y responsable de todos y cada uno de los integrantes de la orquesta. Vistos así los resultados, no nos extrañaría que en apenas unos años Viotti se convirtiera en un director de carrera prominente y de referencia; entusiasmo, talento y facultades le sobran. Del mismo modo que el afianzamiento de Pérez Floristán en el repertorio concertístico le augura un futuro prometedor del que nos sentimos muy satisfechos de haber formado parte.
Artículo publicado en El Correo de Andalucía el sábado 25 de abril de 2015
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