USA 2013 111 min.
Dirección Fred Schepisi Guión Gerald Di Pego Fotografía Ian Baker Música Paul Grabowsky Intérpretes Clive Owen, Juliette Binoche, Bruce Davison, Amy Brenneman, Adam DiMarco, Valerie Tian, Navid Negahban, Keegan Connor Tracy, Janet Kidder, David Lewis, Eva Bourne Estreno en el Festival de Toronto 7 septiembre 2013; en Estados Unidos 23 mayo 2014; en España 30 abril 2015
Podemos considerar al veterano Fred Schepisi como uno de esos artesanos que el cine necesita para equilibrar la balanza entre los grandes blockbusters y las películas más sencillas dirigidas a un público más adulto y reflexivo, sin llegar a los grandes analistas y filósofos de nuestro entorno. Así nos lo han mostrado películas suyas como Plenty, Un lugar en la oscuridad, ambas con Meryl Streep, 6 grados de separación, La casa Rusia o Cosas de familia, en la que se atrevió a dirigir a todo el clan Douglas: Kirk, Michael y Cameron. En esta ocasión, bajo el título original y más apropiado de Palabras e imágenes, el elaboradísimo guión de Gerald Di Pego se beneficia del buen oficio de Schepisi para dirigir a sus espléndidos intérpretes y darle al conjunto el tono amable y distendido que requiere, aunque no llegue en ningún momento a emocionar, pues su cine se caracteriza también por un tono frío y bastante aséptico. Di Pego rebusca palabras y citas para enfrentar en un juego fundamentalmente dialéctico a su pareja romántica, un profesor de literatura y una profesora de bellas artes que emprenden una batalla para demostrar o desenmascarar aquello de que una imagen vale más que mil palabras. En el camino echa mano también de tópicos como el ahogo de él, autor publicado, en el alcohol por falta de inspiración; ella por su parte sufre una enfermedad en las articulaciones que le hacen difícil ejercer su trabajo como pintora de éxito reconocido. Por cierto, que los cuadros que aparecen en el film están diseñados efectivamente por la actriz francesa, y no están nada mal, con un manejo extraordinario del color y las texturas. Pero lo realmente interesante del film, más allá de quién ganará la batalla y si o cuándo se enrollarán los protagonistas, es el análisis que hace de la desmotivación imperante entre los adolescentes del mundo supuestamente civilizado ante la cultura y la educación, en una proporción inversa a lo que vemos en lugares con escasez de oportunidades. Un problema de bienestar social que los encargados y encargadas de formar a nuestros jóvenes tienen el deber de resolver utilizando el ingenio y la creatividad, como de hecho así hacen en cierta medida los protagonistas de esta amable y sencilla función.
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