Francia 2013 82 min.
Guión y dirección Thomas Szabo y Hélène Giraud Música Hervé Levandier Animación Estreno en Francia 29 enero 2014; en España 8 mayo 2015
Minúsculos:
La vida privada de los insectos es
una serie de la televisión francesa de la pasada década en la que
en apenas cinco minutos se cuentan las divertidas peripecias de estos
animalitos en situaciones cotidianas de su existencia. Su traslación
a la gran pantalla por sus propios creadores, prácticamente
entregados en cuerpo y alma a este invento, tiene la desventaja de
tener que estirar la trama hasta la casi hora y media de duración
convencional de un largometraje, con resultados no del todo
satisfactorios. Sobre fondos reales, espléndidos paisajes de la
campiña francesa, se desenvuelven los bichos generados por
ordenador, con una banda sonora sinfónica omnipresente subrayando
sus comportamientos y pensamientos. Prescindir de diálogos con el
fin de evitar eso que al cine americano siempre se le ha reprochado,
humanizar a los animales, no consigue el efecto deseado, por cuanto
no impide a sus artífices otorgarles comportamientos y actitudes más
propios de nuestro entendimiento que del de los propios insectos, a
los que apenas examina ni analiza. Choca por lo tanto lo ingeniosas
que pueden llegar a ser las hormigas a la hora de imitar el armamento
humano para combatir el ataque enemigo, o la fuerza inexplicable que
puede llegar a tener una mariquita para trasladar una caja de
cerillas a través de todo un bosque que a ella misma y sus
compañeras las hormigas les había costado atravesar con anterioridad
toda la mitad del metraje de la película. Cuestiones menores si no
fuera porque su ritmo y liviano argumento no alcanza para completar
la duración, provocando desinterés y aburrimiento. Peor aún es la
persecución y batalla emprendida entre nuestras protagonistas y
otras hormigas de mayor tamaño y color encarnado, finalizando en una
batalla encarnizada, poco recomendable para públicos infantiles, que
no disimula su tendencia a imitar los mundos imaginados por Tolkien y
Jackson para sus orcos, elfos y demás criaturas en guerra
permanente. Por todo ello, y a pesar del aplauso unánime y los
premios y reconocimientos conseguidos en los César o los Premios
Europeos, tenemos que confesar que nos ha decepcionado
considerablemente el producto final.
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