USA 2016 127 min.
Dirección Tim Burton Guión Jane Goldman, según la novela de Ransom Riggs Fotografía Bruno Delbonnel Música Matthew Margeson y Mike Higham Intérpretes Asa Butterfield, Eva Green, Samuel L. Jackson, Terence Stamp, Judi Dench, Ella Purnell, Allison Janney, Rupert Everett, Kim Dickens, Chris O’Dowd, Finlay McMillan, Milo Parker, Lauren McCrostie, Hayden Keeler-Stone, Raffiella Chapman, Pixie Davies Estreno en Estados Unidos y España 30 septiembre 2016
Hace tiempo que Tim Burton perdió la licencia que le convertía en uno de los más personales y mayores creativos del cine americano de aventuras y fantasía. La industria lo ha engullido para fabricar productos en la línea que domina actualmente, si es posible dejando abiertas posibilidades de secuelas y sagas. Eso y su paulatina falta de inspiración ha provocado el empobrecimiento de su mundo personal y que cada nuevo producto lo recibamos con más recelo y desconfianza. Aunque sin haberla visto, sólo a partir de su sinopsis, encontramos diversas similitudes entre esta película y la última aventura cinematográfica de Zipi y Zape, con Eva Green y Elena Anaya regentando similares instituciones con parecidos atuendos, la novela de Ramson Riggs ofrecía a priori suculentos elementos para ser aprovechados por Burton y darle el toque poético y a la vez grotesco que la hubiera apartado de la moda imperante, a menudo impersonal, en la literatura infantil, que sigue los cánones impuestos por Harry Potter. Burton sólo aprovecha parcialmente estos elementos, construyendo una película que funciona en su primera parte, un largo prólogo en el que el elemento humano está más presente, aunque la emoción tampoco llegue a asomar en este primer tramo. Una transición destacable por algunas secuencias de incontestable hermosura, deviene en la inevitable montaña rusa de efectos digitales y luchas interminables que caracterizan las películas de súper héroes, en la que ésta se convierte sin disimulo merced al guión de Jane Goldman, tan vinculada a los X-Men con los que estos niños guardan un asombroso parecido. El diseño de los poderes de los pequeños y jóvenes da al conjunto cierta dignidad, así como su lujoso y guiñolesco reparto, pero al final el decaimiento del interés y la falta de emoción sincera convierten esta película en una más de un lote en el que da igual quién sea el autor, todo es lo mismo, por vistoso que resulte. Y menos mal que no se insiste en los traumas infantiles, aunque el personaje de Asa Butterfield (La invención de Hugo) se queda muy cerca del estereotipo, y la celebración de la diferencia con la que otras películas de escasa categoría quieren superar sus deficiencias. En cuanto a la música, desconozco las razones por la que Burton ha prescindido de Danny Elfman, aunque sus compositores se han esforzado en no traicionar el espíritu musical de sus películas.
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