jueves, 6 de octubre de 2016

FESTIVAL DE LA GUITARRA DE SEVILLA: ENCUENTROS IN EXTREMIS

7º Edición Festival de la Guitarra de Sevilla. Francisco Bernier & Zahir Ensemble Obras de Toru Takemitsu (Stanza I, Towards the Sea y Valeria). Rafael Ruibérriz, Alejandro Casal y Ventura Rico Obras de Jacques Martin Hotteterre, François Couperin, Joseph-Marie Amiot y Jean-Marie Leclair. Miércoles 5 de octubre de 2016


Francisco Bernier
Reinaugurada hace un par de días por Kiko Veneno, tras una transformación que ha convertido su vestíbulo en una barraca de feria de color amarillo chillón, incluida réplica ahora también amarilla de la Giraldilla, la Sala Turina de la céntrica calle Laraña vuelve a acoger el Festival de Guitarra impulsado por el incombustible Francisco Bernier, que lo convierte por derecho propio en plataforma de lanzamiento de los discos que edita bajo su sello Contrastes. Y de contrastes fue precisamente el concierto inaugural, precedido como debe ser por unas palabras de bienvenida del director de marketing Royds F. Imbert, y con una doble propuesta de estéticas en principio antagónicas pero llamadas a convivir e invitar a públicos dispares entregados al placer de escuchar buena música, cualquiera que sea su época y estilo. El evento estuvo alimentado por el talento local, ese que está aliviando la terrible sequía que de grandes intérpretes venimos sufriendo en esta desdichada ciudad desde hace ya demasiados años, aunque con un esfuerzo considerable Bernier tiene preparado un buen ramillete de competentes figuras internacionales de la guitarra en los próximos días de celebración.

Bernier, García y Zahir Ensemble
La primera parte del concierto inaugural estuvo protagonizada por Toru Takemitsu, cuando se cumplen veinte años de su desaparición. Al músico japonés, tan conocido en los circuitos cinematográficos por sus numerosas bandas sonoras de películas de, entre otros, Kurosawa, Oshima e Imamura, se le dedica gran parte de la programación de un festival que este año inaugura además un concurso de guitarra flamenca y otro de composición, además de exposiciones, conferencias y proyecciones que otorgan un carácter cada vez más ambicioso a un proyecto nacido con premisas humildes. El propio director del certamen junto al Zahir Ensemble comandado por Juan García Rodríguez se emplearon a fondo para ofrecer una elocuente muestra de la obra de Takemitsu para guitarra, evocando siempre esas imágenes que indefectiblemente forman parte de su universo musical, bien sean de carácter urbano, como en Stanza I, una pieza de 1969 en la que se atisba su admiración por Messiaen y que contó con la atinada participación de la soprano Sachika Ito y altas dosis de precisión y expresividad en los músicos convocados. O implicaciones de la naturaleza, como Towards the Sea, en el que se atisba un mayor contenido poético y melódico, con una perfecta compenetración entre flauta y guitarra como principal reclamo de una pieza que invita a mecerse relajadamente, mientras en Valeria es la cuerda la protagonista de otro viaje evocador por esa naturaleza tan presente en la obra del japonés. En todas ellas destacó la pulsación precisa y contenida de un Bernier en estado zen.

Rafael Ruibérriz
El experimento de combinar esta primera parte con una segunda diametralmente opuesta resulta inteligente como elemento aglutinador de públicos diferentes, invitados así a sumergirse en propuestas distintas a las acostumbradas. Tres pilares fundamentales de la Barroca de Sevilla se dieron cita en un programa sin guitarra pero con muy buena y preciosa música, a cargo de maestros del barroco francés y centrado en la formación de trío con flauta, instrumento que Ruibérriz dominó a la perfección en un alarde de resistencia y compostura que le llevó a atacar con tanta dulzura como brío y agilidad donde correspondía. Especialmente destacables fueron las piezas de Couperin, sobre todo su Concierto nº 1 para flauta travesera y bajo continuo, en el que Ventura Rico se empleó a fondo dotando al conjunto de un cuerpo poderoso gracias al efecto hipnótico de una viola de gamba de sonido especialmente profundo. Para entroncar con el protagonista de la edición, interpretaron dos piezas de inspiración oriental, más evidente en el Divertimento Chino nº 3, de carácter sorprendentemente intemporal. También Casal hizo gala de su proverbial dominio del clave, y remataron con dos movimientos de una sonata para flauta de Bach, tan por encima de etiquetas y efemérides.

No hay comentarios:

Publicar un comentario