España 2015 75 min.
Dirección Ventura Pons Guión Josep María Miró y Ventura Pons, según la obra del primero “El principio de Arquímedes” Fotografía Andalu Vila-San-Juan Intérpretes Roser Batalla, Rubén de Eguia, Aslbert Ausellé, Santi Ricart, Diana Gómez, Xavier Pujolrás, Anna Azcona Estreno limitado en salas comerciales 18 septiembre 2015; en Sevilla dentro de la programación del XII Festival Andalesgai 19 noviembre 2016
Basada en una obra teatral de éxito aquí y fuera de España, la última película estrenada de Ventura Pons apenas ha tenido repercusión en nuestra cartelera, relegada a unas pocas ciudades y circuitos muy limitados, a pesar de contar una historia de sumo interés y hacerlo con unos recursos concisos y precisos a la vez que muy efectivos. Los medios de comunicación siguen demostrando una y otra vez por qué se denominan cuarto poder, controlando y dominando a la ciudadanía a través del fomento de miedos que atacan nuestra vulnerabilidad y nos hacen más débiles de cara a enfrentarnos a quienes realmente fustigan nuestro día a día. Hoy asistimos perplejos a una oleada de crímenes de pederastia que nos abruman y perturban como si fuera un fenómeno reciente sin apenas cabida en el pasado de nuestra comunidad. Hace algunas décadas era la delincuencia callejera e inspiraba películas como Miedo a salir de noche. Son modas que van más allá de la mera coyuntura para asentarse en nuestro subconsciente y generar auténtica alarma social. Los medios las fomentan y las nuevas tecnologías facilitan su mayor y más efectiva propagación. El beso, quién sabe si inocente o malintencionado, de un monitor de natación a su infante alumno, genera rápidamente un juicio moral que desata la furia que llevamos dentro. La indagación por parte de la directora del centro deportivo en el que se suceden los hechos, da pie a una inquietante e intensa película de cámara en la que sobresale un texto ejemplar, unas interpretaciones impecables, a pesar de la tendencia a la sobreactuación del hermoso protagonista, y un juego en la estructura y la dosificación de los tiempos que potencia el carácter perturbador del conjunto y el suspense reinante en la función. Película sabia y concisa que, al igual que la obra que le sirve de referencia, protagonizada en las tablas barcelonesas por el mismo elenco seleccionado para el film, logra entrar en la génesis y las consecuencias de una información mal divulgada, una justicia preconcebida y administrada que deja en paños menores la presunción de inocencia, y lo que es peor, la constatación de esa sensación de manipulación a la que nos vemos sometidos y sometidas la ciudadanía en favor de unos poderes fácticos ávidos de control y del aumento de sus áreas de intervención.
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