Dirección Clint Eastwood Guión Todd Komarnicki, según el libro de Chelsey Sullenberg y Jeffrey Zaslow Fotografía Tom Stern Música Christian Jacoby y Tierney Sutton Band Intérpretes Tom Hanks, Aaron Eckhart, Laura Linney, Anna Gunn, Mike O'Malley, Sam Huntington, Jeff Kober, Chris Bauer, Michael Rapaport, Holt McCallany Estreno en Estados Unidos 9 septiembre 2016; en España 4 noviembre 2016
Lo vimos en televisión hace unos años, aquí más como noticia curiosa y amable que como el gran acontecimiento que se vivió según parece en Estados Unidos. Un piloto había conseguido amerizar en el Río Hudson tras sufrir un choque con unas aves que destrozaron los dos motores del avión, consiguiendo así salvar la vida de toda la tripulación y el pasaje, ciento cincuenta personas en total. Como en la película de Robert Zemeckis posterior a este hecho heroico, El vuelo, la decisión de este singular comandante será puesta en entredicho, en este caso por la compañía aérea y el seguro, pretendiendo así evitar el enorme coste que supuso el destrozo del aparato. Pero los hechos, por sorprendentes y heroicos que parezcan, no cobran la humanidad y la emoción que merecen hasta que el cine pone en ellos la mirada, y no cualquier mirada sino la de un maestro como Clint Eastwood. La minuciosa reconstrucción de tres minutos que salvaron tantas vidas, y la del desastre que hubiera podido suponer haber tomado otra decisión para resolver la crisis, contribuyen a hacer de éste uno de los trabajos técnicamente más depurados del director de Gran Torino. Pero es la emoción en la mirada, especialmente en esos momentos críticos y la posterior y muy emocionante evacuación de los pasajeros, donde el film cobra toda su grandeza y adquiere ese tono épico que la convierten en una experiencia única. Eastwood homenajea así no sólo al gran héroe americano que tanto gusta en el país de la hamburguesa, sino que deja claro con ese magisterio que le caracteriza, que en la proeza contribuyeron profesionales de salvamento de varios ámbitos, y que de la labor de equipo y su buena sincronización surgió el milagro. Y a diferencia de las típicas películas de catástrofe, cada persona que interviene en la gesta rebosa humanidad, tiene su propia personalidad, no son meros figurantes. Conseguir eso de personajes que apenas aparecen en pantalla unos segundos sólo lo consiguen los grandes artistas. Para Hanks es su primera película con Eastwood, lo que añade grandeza, porque independientemente de caer bien o mal, se trata de un gigante de la interpretación y su trabajo suma siempre, logrando transmitir y enseñar la actitud de un personaje que encuentra en el equilibrio y la compostura la fuerza de la razón, pues afrontar tanta mezquindad cuando sólo merece agradecimiento, y hacerlo con esa flema, sólo lo consiguen quienes tienen el privilegio de controlar sus emociones. El retrato de una heroicidad, contado a partir del libro escrito por sus propios protagonistas, la espectacularidad de la recreación de los hechos, el mimo con el que están tratados los personajes, la emoción de la supervivencia perfectamente plasmada, la aportación de una de las mejores bandas sonoras del 2016, y la emotividad reinante en todo el conjunto, convierten a ésta en una de las películas del año. Lástima que Eastwood sea pro Trump, será porque... nadie es perfecto. Lo que viene a demostrar sin duda que todos y todas merecemos respeto y tolerancia.
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