sábado, 10 de diciembre de 2022

RUIDO DE FONDO Consumo y destrucción

Título original: White Noise
USA-Reino Unido 2022 136 min.
Guion y dirección
Noah Baumbach, según la novela de Don DeLillo Fotografía Lol Crawley Música Danny Elfman Intérpretes Adam Driver, Greta Gerwig, Don Cheadle, May Nivola, Sam Nivola, Raffey Cassidy, Danny Wolohan, Lars Eidinger, Jodie Turner-Smith, Barbara Sukowa Estreno en el Festival de Venecia 31 agosto 2022; en Estados Unidos 25 noviembre 2022; en España 9 diciembre 2022 (no en Sevilla); en Netflix 30 diciembre 2022

Noah Baumbach ha curtido desde sus inicios con Una historia de Brooklyn un estilo muy personal y para muchos irritante. Amado e incomprendido a partes iguales, solo hace unos años suavizó un poco las formas y se acercó más a lo que se espera de un cine narrativo convencional con Historia de un matrimonio. Ahora vuelve con su película más ambiciosa, donde cabe mejor reconocer ese continuo y exasperante ataque al estilo de vida y la cultura netamente norteamericana que tanto gusta provocar al sector más atrevido y a la vez hipócrita de la cinematografía de ese país.

Con Adam Driver y Greta Gerwig a la cabeza, dos intérpretes que han cultivado sus carreras a la sombra del director, diseña una familia de los setenta del pasado siglo que vive en un idílico pueblo del este, se dedican a profesiones intelectuales (de nuevo el profesor universitario y barrigón) y crían hijos de varios matrimonios fracasados. Como se puede apreciar, todo muy forzado y archivisto con el fin de llevarnos de la mano por el camino de la única verdad, nuestra inevitable mortalidad. Un accidente provoca un apocalipsis en forma de gas letal y la película adopta las hechuras de un film spielberiano, potenciada por la enérgica partitura de Danny Elfman, a la vez que un guiño a aquellas películas de catástrofes tan difundidas precisamente en esa nostálgica década. Las consecuencias inmediatas nos llevan por una senda en la que se instala el disparate y el surrealismo, con mención especial para la jocosa secuencia del vehículo familiar arrastrado por la aguas del río, sin que logre a estas alturas despertar nuestro interés, y ello a pesar de lo mucho que es fiel al original literario, según quienes presumen de poder compararlo.

El resultado es un film quizás vistoso, irritante como gran parte del trabajo del pretencioso realizador, y decididamente fallido en sus intelectuales intenciones acerca de la vida y la muerte. Incluso se permite una coreografía final mientras despreciamos los títulos de crédito, escenificada en lo que es sin duda el gran templo de la cultura consumista de nuestro tiempo, el supermercado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario